Salmos 10:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

⁶ Se jactan de que ni Dios ni el hombre pueden hacer nada contra ellos; siempre estarán libres de problemas.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

⁶ Dice en su corazón: No seré movido jamás; Nunca me alcanzará el infortunio.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁶ Piensan: «¡Jamás nos sucederá algo malo! ¡Estaremos para siempre sin problemas!».

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁶ Dice en su corazón: 'Soy inquebrantable, la desgracia jamás me alcanzará'.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁶ Y dice en su corazón: No seré conmovido jamás, El infortunio no me alcanzará.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁶ En su interior se dice: 'Jamás sucumbiré ni tendré nunca reveses'.

Salmos 10:6 Tagairtí Cros

Salmos 11:1

En el Señor me encuentro protegido. ¿Cómo se atreven a decirme: «Huye a las montañas para protegerte»?

Salmos 14:1

Las personas necias afirman que no hay Dios. Están corrompidas, sus obras son detestables; ¡no hay un solo individuo que haga lo bueno!

Salmos 15:5

que no cobra intereses sobre el dinero que presta y se niega a ser testigo contra el inocente por mucho que se le quiera sobornar. Una persona así permanecerá siempre firme.

Salmos 30:6

Dije yo en mi prosperidad: «Esto es para siempre. ¡Ahora nada puede detenerme!

Eclesiastés 8:11

Como Dios no castiga instantáneamente a los pecadores, la gente cree que puede hacer el mal impunemente.

Isaías 47:7

Creíste que tu reino no terminaría jamás, reina de los reinos del mundo. No te diste la menor molestia por mi pueblo o en pensar en el destino de quienes lo maltratan.

Isaías 56:12

«Vamos», dicen. «Conseguiremos vino y haremos fiesta; embriaguémonos. ¡Esto se llama vivir; que siga la fiesta, y mañana será aún mejor!».

Nahúm 1:10

El Señor arroja a sus enemigos en el fuego como si fueran espinos; entonces ellos arden como si fueran paja.

Mateo 24:48

»Pero si son tan malvados que, creyendo que voy a tardar en venir,

1 Tesalonicenses 5:3

Cuando la gente esté diciendo: «Hay paz y seguridad», entonces, de repente vendrá sobre ellos la destrucción. Llegará como le llegan a la mujer embarazada los dolores de parto. No habrá forma de que escapen.

Apocalipsis 18:7

Ella ha vivido en derroches y en placeres sin límites; dale ahora dolores y penas sin límites. Ella se jacta diciendo: “En este trono soy reina. No soy ninguna viuda; nunca sufriré”.