Apocalipsis 16:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El tercer ángel derramó su frasco sobre los ríos y las fuentes, y se convirtieron en sangre. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos, y sobre las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el tercer ángel derramó su copa sobre los ríos y los manantiales, y estos se convirtieron en sangre. Biblia Católica (Latinoamericana) El tercer ángel vació su copa sobre los ríos y sobre los manantiales de agua, que se convirtieron en sangre. La Biblia Textual 3a Edicion El tercero derramó su copa en los ríos y las fuentes de aguas, y se convirtió° en sangre.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 El tercero derramó su copa sobre los ríos y sobre las fuentes de las aguas; y se convirtieron en sangre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el tercer ángel derramó su copa sobre los ríos, y sobre las fuentes de las aguas, y se tornaron en sangre. |
El Señor le dijo a Moisés: «Dile a Aarón que dirija la vara hacia los ríos, arroyos y fuentes de Egipto, para que haya ranas por todas partes».
¿Me faltaron fuerzas para librarlos? ¿Será por eso que la casa está silenciosa y vacía cuando llego? ¿No tendré ya poder para librar? No, esa no es la razón. Yo puedo reprender al mar y dejarlo seco, puedo convertir los ríos en desiertos cubiertos de peces agonizantes.
Yo llenaré tus montañas con los muertos. Tus colinas, tus valles y tus ríos estarán llenos de aquellos que la espada haya eliminado.
Él fue llamado el más fructífero de todos sus hermanos, pero el viento del este, un viento que el Señor enviará desde el desierto, soplará fuerte sobre él y secará su tierra. Todas sus fuentes de aguas, todos sus manantiales se secarán. Su tierra será arrasada y sus tesoros desaparecerán.
Estos tienen poder para cerrar los cielos de manera que no llueva mientras estén profetizando. También tienen poder para convertir en sangre las aguas y enviar plagas sobre la tierra cada vez que lo deseen.
«¡Teman a Dios —decía a gran voz—, y alaben su grandeza, porque el tiempo ha llegado en que se sentará a juzgar! ¡Adórenlo, porque él creó el cielo y la tierra, el mar y las fuentes que lo nutren!».
Y escuché que aquel ángel de las aguas decía: «Justo eres al enviar estos juicios, santo Señor, que eres y que eras,