Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Apocalipsis 10:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

En la mano, abierto, sostenía un librito. Puso el pie derecho en el mar y el izquierdo en la tierra,

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra;

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

En la mano tenía un rollo pequeño que había sido abierto. Se paró con el pie derecho sobre el mar y el pie izquierdo sobre la tierra,

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

En la mano tenía un librito abierto. Colocó el pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

y tenía en su mano un pequeño rollo abierto; y poniendo su pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra,

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Llevaba en la mano un rollo pequeño, abierto. Puso el pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra;

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Apocalipsis 10:2
13 Tagairtí Cros  

Pídeme, y te daré como herencia todas las naciones del mundo. ¡Tuyos serán los confines de la tierra!


Tú fielmente respondes a nuestras oraciones con imponentes obras, oh Dios, Salvador nuestro. Tú eres la esperanza de cada uno en esta tierra, aun de aquellos que navegan en los más lejanos mares.


Entonces, las naciones temblarán de miedo ante el Señor, y le rendirán homenaje, porque vendrá como río caudaloso impulsado por un viento muy fuerte.


Pero él se les acercó y les dijo: ―He recibido toda autoridad en el cielo y en la tierra.


Entonces, el ángel que estaba de pie sobre mar y tierra elevó al cielo la mano derecha,


Y vi cuando el Cordero rompió el primer sello. Entonces uno de los cuatro seres vivientes, con voz de trueno, dijo: «¡Ven y ve!».


Cuando el Cordero rompió el segundo sello, el segundo ser viviente gritó: «¡Ven!».