Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




3 Juan 1:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Todos, y aun la verdad misma, hablan bien de Demetrio. Yo opino de él igual que los demás, y ya sabes que digo la verdad.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Todos dan testimonio de Demetrio, y aun la verdad misma; y también nosotros damos testimonio, y vosotros sabéis que nuestro testimonio es verdadero.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Todos, incluso la verdad misma, hablan bien de Demetrio. Nosotros también podemos afirmar lo mismo de él, y ustedes saben que decimos la verdad.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

En cuanto a Demetrio, todos habalan bien de él, hasta la misma verdad. También nosostros lo alabamos, y tú sabes que cuando recomendamos a alguien lo hacemos según la verdad.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

A favor de Demetrio han dado testimonio todos, y la verdad misma, y también nosotros damos testimonio, y tú sabes° que nuestro testimonio es verdadero.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

De Demetrio dan testimonio todos y hasta la misma verdad. También nosotros damos testimonio en su favor, y bien sabes que nuestro testimonio es verdadero.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Todos dan testimonio de Demetrio, y aun la misma verdad; y también nosotros damos testimonio; y vosotros sabéis que nuestro testimonio es verdadero.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



3 Juan 1:12
8 Tagairtí Cros  

El que dice esto es el que lo vio, y lo que dice es verdad. Él sabe que dice la verdad, para que también ustedes crean.


Este es el mismo discípulo que ha dicho todas estas cosas, y que las escribió. Y sabemos que lo que él dice es verdad.


Entonces le contaron cómo a Cornelio, oficial del ejército romano, hombre bueno y piadoso, de buena reputación entre los judíos, un ángel le había ordenado que mandara a buscar a Pedro para que le dijera lo que Dios quería de él.


Allí, vino a verme un hombre llamado Ananías, que obedecía la ley y a quien respetaban los judíos de Damasco.


Por lo tanto, hermanos, seleccionen de entre ustedes a siete hombres sabios, llenos del Espíritu Santo y que gocen de buena reputación, y pongámoslos al frente de este trabajo.


Si viven de ese modo, se ganarán el respeto de los que no son creyentes y no tendrán que depender de nadie.


debe tener buena reputación entre los que no son de la iglesia, para que no pase vergüenzas ante ellos ni caiga en una trampa del diablo.


―No —contestaron—, jamás has defraudado ni oprimido a nadie y jamás has recibido soborno.