También Melquisedec, que era rey de Salén y sacerdote del Dios Altísimo, le llevó pan y vino.
2 Samuel 5:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 David dirigió sus ejércitos hacia Jerusalén para luchar contra los jebuseos que vivían allí. Estos estaban muy seguros de que David no podría apoderarse de la ciudad. Por eso le dijeron: «Jamás podrás apoderarte de nuestra ciudad. Para derrotarte nos basta un ejército de ciegos y cojos». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces marchó el rey con sus hombres a Jerusalén contra los jebuseos que moraban en aquella tierra; los cuales hablaron a David, diciendo: Tú no entrarás acá, pues aun los ciegos y los cojos te echarán (queriendo decir: David no puede entrar acá). Biblia Nueva Traducción Viviente Luego David guio a sus hombres a Jerusalén para pelear contra los jebuseos, los habitantes originarios de esa tierra, que vivían allí. Los jebuseos se mofaban de David: «¡Jamás entrarás aquí! ¡Hasta los ciegos y los cojos pueden impedir que ingreses!». Pues los jebuseos pensaban que estaban a salvo. Biblia Católica (Latinoamericana) El rey y sus hombres avanzaron sobre Jerusalén para atacar a los jebuseos que vivían por entonces en la región. Estos dijeron a David: 'Tú no entrarás aquí, aunque los ciegos y los cojos fueran los defensores'. La Biblia Textual 3a Edicion Y marchó el rey con sus hombres a Jerusalem contra los jebuseos que habitaban en aquella tierra, los cuales habían hablado a David diciendo: No podrás entrar acá, pues hasta los ciegos y los cojos te rechazarían gritando: ¡David no entrará acá! Biblia Serafín de Ausejo 1975 El rey y sus hombres se dirigieron a Jerusalén contra los jebuseos que habitaban en aquella tierra. Éstos habían desafiado a David en estos términos: 'No entrarás aquí; cojos y ciegos bastarán para rechazarte'. Como queriendo decir: no entrará David aquí. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el rey y sus hombres fueron a Jerusalén a los jebuseos que habitaban en la tierra; los cuales hablaron a David, diciendo: Tú no entrarás acá, a menos que eches a los ciegos y a los cojos (pensando: No entrará acá David). |
También Melquisedec, que era rey de Salén y sacerdote del Dios Altísimo, le llevó pan y vino.
Por tu poder yo puedo aplastar a un ejército; por tu fortaleza puedo escalar murallas.
El sabio conquista la ciudad de los más fuertes y derriba el poder en el que ellos confiaban.
Yo pelearé contra esta ciudad de Jerusalén, que se ufana diciendo: «Estamos a salvo, aquí nadie puede tocarnos».
Aunque destruyeras a todo el ejército babilónico, aunque sólo quedara un puñado de sobrevivientes que yacieran heridos en sus tiendas, aún así saldrían tambaleantes de sus tiendas, te derrotarían y prenderían fuego a esta ciudad.
Melquisedec era rey de la ciudad de Salén y sacerdote del Dios Altísimo. Cuando Abraham regresaba de derrotar a varios reyes, Melquisedec le salió al encuentro y lo bendijo.
Entonces Adonisédec envió mensajeros a los siguientes reyes: Hohán rey de Hebrón, Pirán rey de Jarmut, Jafía rey de Laquis y Debir rey de Eglón. Les dijo:
Pero la tribu de Judá no pudo expulsar a los jebuseos que vivían en la ciudad de Jerusalén, de modo que los jebuseos viven allí en medio del pueblo de Judá hasta la fecha.
La tribu de Benjamín no expulsó a los jebuseos que vivían en Jerusalén, de modo que allí viven todavía, mezclados con los israelitas.
Judá había conquistado Jerusalén y había dado muerte a todos sus habitantes, prendiendo fuego a la ciudad.