Por eso, Labán le dijo: «¡No hay duda de que eres de mi familia!». Cuando Jacob ya llevaba un mes viviendo en la casa de Labán,
2 Samuel 5:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Después de esto, todas las tribus de Israel fueron a Hebrón y le dijeron a David: «Aquí estamos, nosotros somos sus hermanos de sangre. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Vinieron todas las tribus de Israel a David en Hebrón y hablaron, diciendo: Henos aquí, hueso tuyo y carne tuya somos. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego todas las tribus de Israel fueron a David en Hebrón y le dijeron: «Somos de la misma sangre. Biblia Católica (Latinoamericana) Todas las tribus de Israel se congregaron en torno a David en Hebrón y le dijeron: 'Somos de tus mismos huesos y de tu misma carne. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces todas las tribus de Israel fueron ante David en Hebrón, y hablaron diciendo: ¡Henos aquí, hueso tuyo y carne tuya! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Todas las tribus de Israel fueron a presentarse a David en Hebrón y le hablaron así: 'Aquí estamos. Hueso tuyo y carne tuya somos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces vinieron todas las tribus de Israel a David en Hebrón y hablaron, diciendo: He aquí nosotros hueso tuyo y carne tuya somos. |
Por eso, Labán le dijo: «¡No hay duda de que eres de mi familia!». Cuando Jacob ya llevaba un mes viviendo en la casa de Labán,
Y les ordenó que le dijeran a Amasá: «Por cuanto eres mi sobrino, que Dios me quite la vida si no te nombro jefe de mi ejército, en lugar de Joab».
Entonces Amasá convenció a todos los caudillos de Judá, y ellos respondieron como un solo hombre. Entonces mandaron este mensaje al rey: «Vuelva a nosotros y traiga consigo a todos los que lo acompañan».
―Pero hay diez tribus en Israel —respondieron los otros—, de modo que tenemos diez veces más derecho delante del rey que ustedes. ¿Por qué no nos invitaron? No olviden que fuimos los primeros en hablar de hacer volver al rey. La disputa continuó, y las palabras de los de Judá fueron más violentas que las de los de Israel.
Joab y los suyos llevaron el cuerpo de Asael a Belén y lo sepultaron junto a su padre. Luego viajaron toda la noche y llegaron a Hebrón al despuntar el día.
pondrás por rey al hombre que el Señor tu Dios elegirá. Será un israelita, no un extranjero.
Por consiguiente, ya que los hijos de Dios son de carne y hueso, Jesús también compartió esa misma naturaleza de carne y hueso, para así anular, por medio de su muerte, al que tiene el dominio de la muerte, al diablo,
«Vayan a hablar con los jefes de Siquén —les dijo—, y pregúntenles si quieren ser gobernados por setenta reyes, esto es, por los setenta hijos de Gedeón, o por un solo hombre; yo, que soy de su propia carne y sangre».