Él es el Ángel que me ha librado de todo mal. Que estos muchachos hagan perpetua la memoria de mi nombre y la de mis padres Abraham e Isaac, y que lleguen a ser una nación grande.
2 Samuel 4:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Pero David les contestó: ―¡Juro delante del Señor, que me salvó de todos mis enemigos, que ustedes morirán! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y David respondió a Recab y a su hermano Baana, hijos de Rimón beerotita, y les dijo: Vive Jehová que ha redimido mi alma de toda angustia, Biblia Nueva Traducción Viviente Pero David les dijo a Recab y a Baana: —El Señor, quien me salva de todos mis enemigos, es mi testigo. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero David respondió a Recab y a su hermano Baana, hijos de Rimón de Beerot: 'Por Yavé que vive y que me ha librado de todos mis problemas, La Biblia Textual 3a Edicion Pero David respondió a Recab y a su hermano Baana, hijos de Rimón beerotita, diciendo: ¡Vive YHVH que ha redimido mi alma de toda adversidad! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero David respondió a Recab y a su hermano Baaná, hijos de Rimón de Beerot, y les dijo: '¡Por vida de Yahveh que me ha librado de toda angustia! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y David respondió a Recab y a su hermano Baana, hijos de Rimón beerotita, y les dijo: Vive Jehová que ha redimido mi alma de toda adversidad, |
Él es el Ángel que me ha librado de todo mal. Que estos muchachos hagan perpetua la memoria de mi nombre y la de mis padres Abraham e Isaac, y que lleguen a ser una nación grande.
Isboset tenía a su servicio a Baná y a Recab, que habían comandado bandas de ladrones. Baná y a Recab eran hijos de Rimón el berotita; por lo tanto eran benjaminitas, pues el pueblo de Berot era considerado como parte de la tribu de Benjamín, aunque sus habitantes habían huido a Guitayin, y se habían quedado viviendo allí.
Y el rey declaró: ―Juro por el Señor, quien vive y me ha rescatado de todo peligro,
y rescata tu vida del sepulcro. Te rodea de tierno amor y misericordia.
¿Te ha redimido el Señor? ¡Pues dilo! Cuenta a otros que te ha salvado de tus enemigos.
Sí, el Señor escucha al bueno cuando le pide ayuda, y lo libra de todas sus tribulaciones.
Pero el Señor redimirá a los que le sirven; no serán condenados los que confían en él.
Ahora, que el Señor salve mi vida, así como yo he salvado la tuya hoy. Que él me salve de toda aflicción.