―En ese caso —dijo el rey a Siba—, te doy todo lo que él posee. ―Gracias, gracias, mi señor, el rey —respondió Siba.
2 Samuel 21:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 David perdonó a Mefiboset, el hijo de Jonatán y nieto de Saúl, a causa de la promesa que le había hecho a Jonatán; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y perdonó el rey a Mefi-boset hijo de Jonatán, hijo de Saúl, por el juramento de Jehová que hubo entre ellos, entre David y Jonatán hijo de Saúl. Biblia Nueva Traducción Viviente Debido al juramento que David y Jonatán habían hecho delante del Señor, el rey le perdonó la vida a Mefiboset, el hijo de Jonatán, nieto de Saúl. Biblia Católica (Latinoamericana) No tomó en cuenta sin embargo a Meribaal, el hijo de Jonatán, hijo de Saúl, debido al juramento que había hecho a Jonatán, hijo de Saúl, ante Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion Pero el rey se compadeció de Mefi-boset ben Jonatán, hijo de Saúl, a causa del juramento que David y Jonatán ben Saúl se habían hecho en nombre de YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Perdonó el rey a Meribaal, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, a causa del juramento por Yahveh que había entre David y Jonatán, hijo de Saúl. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y perdonó el rey a Mefiboset, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, por el juramento de Jehová que había entre ellos, entre David y Jonatán, hijo de Saúl. |
―En ese caso —dijo el rey a Siba—, te doy todo lo que él posee. ―Gracias, gracias, mi señor, el rey —respondió Siba.
(También había un nieto del rey Saúl llamado Mefiboset, hijo del príncipe Jonatán, que era lisiado de los pies. Tenía cinco años cuando Saúl y Jonatán murieron en Jezrel. Cuando esta mala noticia llegó a la capital, la niñera agarró a Mefiboset y huyó, pero se le cayó mientras corrían, y el niño quedó cojo).
Un día David preguntó si quedaba algún descendiente de Saúl, pues quería mostrarle misericordia, de acuerdo con lo prometido a su amigo Jonatán.
Tú y tus hijos y tus sirvientes le trabajarán la tierra a fin de proporcionar alimento a su familia. Pero él vivirá aquí conmigo y se sentará a mi mesa. Siba, que tenía quince hijos y veinte siervos, contestó: ―Mi rey, haré todo lo que usted me ha ordenado. Desde aquel momento, Mefiboset comió regularmente con el rey David, como si fuera uno de sus hijos.
David le dijo: ―No tengas miedo. Te he enviado a buscar porque quiero ayudarte, tal como se lo prometí a tu padre Jonatán. Te devolveré todas las tierras que pertenecieron a tu abuelo Saúl, y de aquí en adelante vivirás en mi palacio.
Obedece al rey conforme a tu juramento. No andes tratando de rehuir responsabilidades, aunque sean desagradables. Porque el rey castiga a los desobedientes.
Una vez fuera, Jonatán juró a David: ―Prometo por el Señor el Dios de Israel, que a esta hora mañana, o pasado mañana a lo sumo, conversaré con mi padre acerca de ti y te haré saber qué intenciones tiene.
seguirás leal a mi familia. Y después que el Señor haya destruido a todos tus enemigos,
Y renovó Jonatán su pacto con David por el amor que los unía, porque lo quería tanto como a sí mismo.
Finalmente, Jonatán le dijo a David: ―Consuélate porque nos hemos jurado fidelidad delante de Dios y el será quien nos juzgue siempre, a nosotros y a nuestros descendientes. Entonces se separaron. David se fue por su camino y Jonatán regresó a la ciudad.
Haz esto por mí, que soy tu sirviente, puesto que estamos unidos por un pacto solemne delante del Señor. Y si he pecado contra tu padre, mátame tú mismo, pero no me entregues a él.
Entonces los dos hombres renovaron su pacto de amistad. David se quedó en Hores, y Jonatán regresó a su casa.
Así lo prometió David. Saúl entonces regresó a su casa, pero David y sus hombres volvieron a la cueva.