Después de cuatro generaciones, tus descendientes regresarán a esta tierra. En ese momento será tanta la maldad de los amorreos que viven aquí, que tendré que castigarlos.
2 Samuel 21:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El rey David convocó a los gabaonitas. Ellos no formaban parte de Israel, sino que eran el remanente de la nación de los amorreos. Israel había prometido no matarlos; pero Saúl, debido a su celo por Judá e Israel, había tratado de acabar con ellos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces el rey llamó a los gabaonitas, y les habló. (Los gabaonitas no eran de los hijos de Israel, sino del resto de los amorreos, a los cuales los hijos de Israel habían hecho juramento; pero Saúl había procurado matarlos en su celo por los hijos de Israel y de Judá.) Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el rey mandó llamar a los gabaonitas. No formaban parte de Israel, pero eran todo lo que quedaba de la nación de los amorreos. El pueblo de Israel había jurado no matarlos, pero Saúl, en su celo por Israel y Judá, trató de exterminarlos. Biblia Católica (Latinoamericana) Estos gabaonitas no eran israelitas, pues descendían de los antiguos amoreos, pero los israelitas se habían comprometido con ellos con juramento. A pesar de eso, Saúl había tratado de eliminarlos llevado por su celo por Israel y Judá.
David convocó entonces a los gabaonitas, La Biblia Textual 3a Edicion Y el rey llamó a los gabaonitas y habló con ellos. (Los gabaonitas no eran de los hijos de Israel, sino del remanente de los amorreos, y los hijos de Israel le habían jurado la paz,° pero Saúl había procurado matarlos en su celo por los hijos de Israel y de Judá.) Biblia Serafín de Ausejo 1975 Convocó entonces el rey a los gabaonitas y les habló. Los gabaonitas no pertenecían a los israelitas, sino que eran restos de los amorreos. Los israelitas habían jurado alianza con ellos. Pero Saúl había intentado destruirlos, llevado de su celo por los israelitas y por Judá. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el rey llamó a los gabaonitas, y les habló. (Los gabaonitas no eran de los hijos de Israel, sino del resto de los amorreos, a los cuales los hijos de Israel habían hecho juramento; pero Saúl había procurado matarlos debido a su celo por los hijos de Israel y de Judá.) |
Después de cuatro generaciones, tus descendientes regresarán a esta tierra. En ese momento será tanta la maldad de los amorreos que viven aquí, que tendré que castigarlos.
Una vez más la ira del Señor se encendió contra Israel, e incitó a David a hacer un censo nacional.
―Ahora ven conmigo —dijo Jehú—, y comprueba cuánto amor siento por el Señor. Jonadab se fue con él.
Pero Jehú no siguió al Señor, Dios de Israel, con todo su corazón, porque siguió adorando a los becerros de oro con que Jeroboán había hecho pecar a Israel.
A ustedes los echarán fuera de las sinagogas; y llegará el día en que cualquiera que los mate pensará que le está prestando un servicio a Dios.
Yo conozco el celo que sienten por la causa de Dios, pero se trata de un celo equivocado.
Esos que tan ansiosos están de ganarse el favor de ustedes no tienen muy buenas intenciones. Lo que intentan es apartarlos de nosotros para que ustedes les presten más atención a ellos.
»Deberás destruir a todas las naciones que el Señor tu Dios entrega en tus manos. No te apiadarás de ellas ni adorarás sus dioses. El día que lo hagas habrás caído en una trampa.
―Sí, Jonatán —dijo Saúl—, deberás morir. Que Dios me mate si no eres ejecutado por esto.