Poco tiempo después, el Señor le dijo a Abram: ―Abram, no tengas miedo, porque yo te protejo, y te voy a dar una recompensa muy grande.
2 Samuel 2:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Les pido que se animen y sean valientes, pues aunque su señor Saúl ha muerto, la tribu de Judá me ha ungido como su rey». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Esfuércense, pues, ahora vuestras manos, y sed valientes; pues muerto Saúl vuestro señor, los de la casa de Judá me han ungido por rey sobre ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora que Saúl ha muerto, les pido que sean mis súbditos valientes y leales, igual que el pueblo de Judá, que me ha ungido como su nuevo rey». Biblia Católica (Latinoamericana) Y ahora sigan valientes y animosos. Aunque Saúl ha muerto, los hombres de la casa de Judá me han consagrado como su rey'. La Biblia Textual 3a Edicion Ahora pues, fortalézcanse vuestras manos y sed valientes, pues muerto Saúl vuestro señor, los de la casa de Judá me han ungido como rey sobre ellos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ahora, pues, que recobren vigor vuestros brazos y sed valientes; pues, muerto Saúl, vuestro señor, la casa de Judá me ha ungido por rey suyo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Esfuércense, pues, ahora vuestras manos, y sed valientes; pues que muerto Saúl vuestro señor, los de la casa de Judá me han ungido por rey sobre ellos. |
Poco tiempo después, el Señor le dijo a Abram: ―Abram, no tengas miedo, porque yo te protejo, y te voy a dar una recompensa muy grande.
¡Sé valiente! ¡Vamos a pelear para salvar a nuestro pueblo y las ciudades de nuestro Dios! ¡Que el Señor haga lo que mejor le parezca!».
Que el Señor los recompense fielmente y les reconfirme su amor. Yo también tendré en cuenta el bien que ustedes han hecho.
Pero Abner hijo de Ner, jefe del ejército de Saúl, se llevó a Isboset hijo de Saúl a Majanayin.
Entonces David hizo un pacto delante del Señor con los jefes de Israel en Hebrón, y ellos lo coronaron rey de Israel.
Entonces Joyadá sacó al joven príncipe, le puso la corona en la cabeza y le dio una copia del pacto. Luego le derramó aceite sobre la cabeza y lo declaró rey de Judá. Todos aplaudieron y gritaron: «¡Que viva el rey!».
Entonces les hablé del deseo que Dios había puesto en mi corazón y de la conversación que había tenido con el rey, para presentarle mi plan, el cual él había aceptado. Ellos respondieron inmediatamente: ―¡Muy bien! ¡Pongámonos a reconstruir la muralla! Y comenzaron a trabajar.
Estén alertas; sean fieles al Señor. Pórtense con valor y sean fuertes.
Por último, recuerden que su fortaleza debe venir del gran poder del Señor.
algunos guerreros de aquel pueblo caminaron toda la noche hasta Betsán y bajaron los cuerpos de Saúl y sus hijos del muro y los llevaron hasta Jabés, donde los quemaron.
Cuando los israelitas del otro lado del valle y de más allá del Jordán oyeron que sus guerreros habían huido, y que Saúl y sus hijos estaban muertos, abandonaron las ciudades y los filisteos las tomaron.
Debemos pelear como nunca antes, filisteos, o seremos esclavos de ellos así como ellos han sido esclavos de nosotros».