Entonces Esaú se llenó de odio contra Jacob por lo que este le había hecho, y se dijo: «Pronto morirá mi padre, y en cuanto esto haya ocurrido, mataré a Jacob».
2 Samuel 11:26 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Cuando Betsabé supo que su marido había perdido la vida, lo lloró. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Oyendo la mujer de Urías que su marido Urías era muerto, hizo duelo por su marido. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando la esposa de Urías se enteró de que su marido había muerto, hizo duelo por él. Biblia Católica (Latinoamericana) Supo la mujer de Urías que su marido había muerto. Hizo duelo por él, La Biblia Textual 3a Edicion Al oír la mujer de Urías que su marido Urías había muerto, hizo duelo por su señor. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando la mujer de Urías se enteró de que había muerto su marido, hizo duelo por su señor. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y oyendo la esposa de Urías que su marido Urías había muerto, hizo duelo por su marido. |
Entonces Esaú se llenó de odio contra Jacob por lo que este le había hecho, y se dijo: «Pronto morirá mi padre, y en cuanto esto haya ocurrido, mataré a Jacob».
Cuando llegaron a la era de Hatad, que está al otro lado del Jordán, tuvieron un servicio fúnebre grande y solemne. Allí José guardó siete días de luto por su padre.
―Bien, dile a Joab que no se desaliente —dijo David—. La espada mata unas veces a unos y otras veces a otros. Peleen con más ardor la próxima vez, conquisten la ciudad y destrúyanla. Dile que está haciendo bien.
envió por una mujer de Tecoa, que tenía reputación de gran sabiduría, y le dijo que pidiera una entrevista con el rey. Pero antes de que la mujer se presentara delante del rey, Joab le dijo: ―Vístete de luto, no te eches perfume, como si estuvieras de duelo por un hijo muerto. Luego irás donde el rey y le dirás todo lo que yo te diga.
Luego, el rey David ordenó a Joab y a todos los que estaban con él que se rasgaran las vestiduras, se vistieran con ropa áspera y lloraran por la muerte de Abner. Y el rey David fue detrás del féretro al cementerio.
El pueblo de Israel lo lloró durante treinta días, cumpliendo así el tiempo del luto, en las llanuras del Moab.
Después sepultaron sus huesos debajo de una encina en Jabés y ayunaron durante siete días.