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2 Corintios 13:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Concluyo con estas palabras: Estén contentos, busquen su restauración, consuélense, vivan en paz y armonía, y el Dios de amor y paz estará con ustedes.

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Biblia Reina Valera 1960

Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Amados hermanos, termino mi carta con estas últimas palabras: estén alegres. Crezcan hasta alcanzar la madurez. Anímense unos a otros. Vivan en paz y armonía. Entonces el Dios de amor y paz estará con ustedes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Finalmente, hermanos, estén alegres, sigan progresando, anímense, tengan un mismo sentir y vivan en paz. Y el Dios del amor y de la paz estará con ustedes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Por lo demás, hermanos, regocijaos, procurad vuestra perfección, consolaos,° tened un mismo sentir,° vivid en paz, y el Dios de amor y de paz estará con vosotros.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Por lo demás, hermanos, estad alegres. Procurad vuestra perfección, daos ánimos, tened un mismo sentir, vivid en paz. Y el Dios del amor y de la paz estará con vosotros.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Finalmente, hermanos, gozaos, sed perfectos, tened consolación, sed de una misma mente, tened paz; y el Dios de amor y paz será con vosotros.

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2 Corintios 13:11
51 Tagairtí Cros  

Los hermanos notaban que su padre prefería a José. Por eso, llegaron a odiarlo y no le podían hablar en buenos términos.


Entonces despidió a sus hermanos. ―No peleen en el camino —les aconsejó al despedirlos.


«¡Miren! La virgen concebirá y tendrá un hijo y lo llamarán Emanuel» (que quiere decir «Dios está con nosotros»).


Ustedes deben ser perfectos, como su Padre que está en los cielos es perfecto.


Cuando Jesús lo oyó, se detuvo en el camino y ordenó: ―Díganle que venga. Se acercaron al ciego y le dijeron: ―¡Ánimo! ¡Levántate, te llama!


La sal es buena, pero si pierde su sabor, ¿cómo podrá recuperarlo? Tengan siempre sal en ustedes y vivan en paz unos con otros».


Otro le dijo: ―Señor, yo te seguiré, pero primero déjame ir a despedirme de mi familia.


yo unido a ellos y tú unido a mí. Permite que ellos lleguen a la perfección en la unidad, así el mundo reconocerá que tú me enviaste, y que los amas a ellos tal como me amas a mí.


Sólo les pedimos que se abstengan de comer carnes ofrecidas a los ídolos, sangre, animales ahogados, y que, por supuesto, se aparten de los vicios sexuales. Bastará que se abstengan de estas cosas. Los saludamos con nuestros mejores deseos.


―Tengo que estar en Jerusalén durante la fiesta, pero les prometo volver a Éfeso algún día, si Dios me lo permite. Y zarpó de Éfeso.


Cuando me avisaron de los planes que tenían en contra de este hombre, decidí enviarlo a usted de inmediato. Les ordené a los que lo acusan que presenten ante usted los cargos que tienen contra él.


Vivan en armonía unos con otros. No sean arrogantes, sino traten como iguales a la gente humilde ¡y no se hagan como que lo saben todo!


Procuren, en lo que les sea posible, estar en paz con todo el mundo.


Por tanto, hagamos todo lo que sea posible para contribuir a la armonía en la iglesia y a la edificación mutua.


Hermanos míos, mi deseo es que el Dios que les concedió esperanza los inunde siempre de felicidad y paz al creer en él. Y le pido a Dios que los haga rebosar de esperanza por el poder del Espíritu Santo.


¡Que el Dios de paz esté con todos ustedes! Así sea.


Pronto el Dios de paz aplastará a Satanás bajo sus pies. Que la gracia de nuestro Señor Jesús esté con ustedes.


Pero, amados hermanos, les suplico en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que no discutan más, que reine entre ustedes la armonía y cesen las divisiones. Les ruego encarecidamente que mantengan la unidad en sus pensamientos y propósitos.


Él nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos consolar a todos los que sufren, con el mismo consuelo que él nos prodigó.


Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo estén con todos ustedes.


Por eso nos alegramos cuando nosotros somos débiles, con tal de que ustedes sean fuertes. Nuestra oración es que Dios los restaure en todo.


Su propósito es que su pueblo esté perfectamente capacitado para servir a los demás, y para ayudar al cuerpo de Cristo a crecer.


Esfuércense por mantener la unidad creada por el Espíritu, por medio de la paz que nos une.


Que Dios el Padre y el Señor Jesucristo les den paz, amor y fe a los hermanos.


Pase lo que pase, vivan de manera digna, de acuerdo con el evangelio de Cristo, porque ya sea que vaya a verlos o que, estando ausente, sólo reciba noticias de ustedes, sabré que siguen firmes y unidos, luchando juntos por la fe del evangelio.


Debemos vivir de acuerdo con lo que ya hemos alcanzado.


Les ruego a Evodia y también a Síntique que se pongan de acuerdo en el Señor.


Alégrense siempre en el Señor. Se lo repito: ¡Alégrense!


Practiquen lo que han aprendido, recibido y oído de mí, y lo que han visto en mí. Y obrando así, el Dios de paz estará con ustedes.


Día y noche le suplicamos que nos permita volver a verlos para completar lo que le falta a su fe.


Ahora, hermanos, les suplicamos en el nombre del Señor Jesús que cada vez vivan más como le agrada a Dios, así como lo aprendieron de nosotros. En realidad, ya lo están haciendo.


Por eso, anímense unos a otros con estas palabras.


Estímenlos mucho y ámenlos por el trabajo que hacen. Vivan en paz unos con otros.


Que Dios mismo, el Dios de paz, los santifique por completo. Que mantenga sin culpa todo su ser —espíritu, alma y cuerpo—, para cuando el Señor Jesucristo regrese.


Que el Señor Jesucristo mismo y Dios nuestro Padre, quien nos amó y nos dio un consuelo eterno y una esperanza que no merecemos,


Finalmente, hermanos, les suplico que oren por nosotros. Pidan que el mensaje del Señor se propague rápidamente y que sea recibido y apreciado, como sucedió entre ustedes.


Que el Señor de paz les dé paz en todo tiempo y en cualquier circunstancia. El Señor esté con ustedes.


Huye de las cosas que provocan malos pensamientos en las mentes juveniles, y dedícate a seguir la justicia, la fe, el amor y la paz, y hazlo junto con los que aman al Señor con toda sinceridad.


Busquen la paz con todos y lleven una vida santa, pues sin santidad nadie verá al Señor.


El Dios que da la paz levantó de entre los muertos a nuestro Señor Jesús, el gran Pastor de las ovejas, por medio de la sangre del pacto eterno.


Y cuando se desarrolle completamente la firmeza, serán perfectos y maduros, sin que les falte nada.


Apártese del mal y haga el bien; busque la paz y sígala,


En fin, vivan ustedes en armonía unos con otros. Compartan sus penas y alegrías, ámense como hermanos, tengan compasión y sean humildes.


Y después que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios mismo los restaurará, los hará fuertes, firmes, y les dará seguridad.


Que la gracia del Señor Jesús permanezca en ustedes. Amén.