Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




2 Corintios 11:21 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

¡Me da vergüenza confesar que no soy tan fuerte ni tan atrevido como ellos! Pero de cualquier cosa de la que ellos se puedan jactar —de nuevo hablo como un loco—, mucho más puedo jactarme yo.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Para vergüenza mía lo digo, para eso fuimos demasiado débiles. Pero en lo que otro tenga osadía (hablo con locura), también yo tengo osadía.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

¡Me da vergüenza decir que nosotros fuimos demasiado «débiles» para hacer lo mismo! Pero sea lo que sea de lo que ellos se atrevan a jactarse —otra vez hablo como un necio— yo también me atrevo a jactarme de lo mismo.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Empiezo ya a sentir vergüenza: nosotros fuimos demasiado blandos. Pero si otros son tan atrevidos, hablo como un loco, ¿por qué yo no?

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Para vergüenza mía digo que nosotros hemos sido débiles, pero en lo que otro se atreva (hablo con insensatez), yo también me atrevo.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Lo digo para mi vergüenza, por haberme mostrado débil. Pero en lo que alguien se atreva -hablo como un insensato-, me atrevo también yo.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Lo digo en cuanto a la afrenta, como si nosotros hubiésemos sido débiles. Pero en lo que otro tuviere osadía (hablo con locura), también yo tengo osadía.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



2 Corintios 11:21
8 Tagairtí Cros  

«En sus cartas se expresa muy bruscamente y con palabras duras», dicen algunos. «¡Pero cuando llegue verán que en persona no impresiona a nadie y que no existe peor predicador!».


Espero que me toleren si digo algunas tonterías. ¡Por favor, aguántenmelas!


El Señor no me ha mandado a jactarme de nada; si lo hago es porque estoy portándome como un desquiciado.


Les he escrito esta carta con la esperanza de que cuando los visite no tenga que ser duro y usar mi autoridad. Quiero emplear la autoridad que me confirió el Señor para ayudarlos a madurar y no para destruirlos.


Unas veces nos honran y otras nos desprecian; unas veces nos critican y otras veces nos ensalzan; unas veces nos tienen por mentirosos, aunque decimos la verdad.