Jehú se apartó de los otros y entró en la casa, y el joven derramó el aceite sobre su cabeza y le dijo: «El Señor, Dios de Israel, dice: “Yo te unjo como rey de mi pueblo Israel.
1 Samuel 2:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Él empobrece a unos y enriquece a otros; él abate a algunos y enaltece a otros. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Jehová empobrece, y él enriquece; Abate, y enaltece. Biblia Nueva Traducción Viviente El Señor hace a algunos pobres y a otros ricos; a unos derriba y a otros levanta. Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé empobrece y enriquece,
El humilla, pero luego levanta. La Biblia Textual 3a Edicion YHVH hace empobrecer y hace enriquecer, Él abate y Él exalta. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yahveh empobrece y enriquece, abate y ensalza. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Jehová empobrece, y Él enriquece: Abate, y enaltece. |
Jehú se apartó de los otros y entró en la casa, y el joven derramó el aceite sobre su cabeza y le dijo: «El Señor, Dios de Israel, dice: “Yo te unjo como rey de mi pueblo Israel.
La riqueza y el honor provienen de ti, y tú eres el gobernador de toda la humanidad; tu mano controla el poderío y la potestad, y de acuerdo con tu voluntad es que los hombres adquieren la fama y reciben de ti el vigor.
Ezequías se hizo muy rico y recibió muchos honores. Tuvo que construir edificios para guardar la plata, el oro, las piedras preciosas y los perfumes, y los escudos y vasijas de oro.
Entonces dijo: «Desnudo salí del vientre de mi madre, y nada tendré cuando muera. El Señor me dio cuanto yo tenía; suyo era, y tenía derecho de llevárselo. Bendito sea el nombre del Señor».
da prosperidad a los pobres y humildes, y lleva a los afligidos a sitio seguro.
En la mano del Señor hay una copa de espumante vino mezclado con especias; cuando él lo derrame, todos los malvados tendrán que beberlo hasta la suciedad del fondo.
El rico y el pobre tienen esto en común: que el Señor los creó a los dos.
En aquel día el Señor Todopoderoso marchará contra los orgullosos y altivos y los humillará hasta que estén postrados en el polvo.
Porque sin duda que eres insignificante entre los países de la región, sin que nadie se cuide de ti.
Y todo el mundo sabrá que soy yo, el Señor, quien talo los árboles altos y exalto a los bajos, que hago secar al árbol verde y al árbol seco crecer. ¡Yo, el Señor, he dicho que lo haré, y lo haré!”».