Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




1 Samuel 12:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

―No —contestaron—, jamás has defraudado ni oprimido a nadie y jamás has recibido soborno.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Entonces dijeron: Nunca nos has calumniado ni agraviado, ni has tomado algo de mano de ningún hombre.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

—No —le contestaron ellos—, nunca nos has engañado ni oprimido y nunca has aceptado soborno alguno.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Todos respondieron: 'Tú nunca nos has maltratado, nunca le has robado a nadie ni has aceptado regalo de la mano de nadie'.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Le respondieron: No nos has extorsionado ni oprimido, ni has tomado nada de mano de hombre.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ellos respondieron: 'No nos has oprimido, ni nos has perjudicado, ni has tomado nada de nadie'.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces dijeron: Nunca nos has calumniado, ni agraviado, ni has tomado algo de mano de ningún hombre.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



1 Samuel 12:4
6 Tagairtí Cros  

Entoces los otros superintendentes y gobernadores comenzaron a buscar alguna falla en la forma en que Daniel manejaba los asuntos del gobierno para así denunciarlo al rey. Pero no podían encontrar nada digno de crítica en él. Era fiel y honesto, y muy responsable.


Ellos, por la fe, conquistaron reinos, hicieron justicia y recibieron lo que se les prometió, cerraron bocas de leones,


Todos, y aun la verdad misma, hablan bien de Demetrio. Yo opino de él igual que los demás, y ya sabes que digo la verdad.


Ahora, díganme mientras estoy delante del Señor y delante de su ungido: ¿He robado a alguien un buey o un burro? ¿He defraudado alguna vez a alguno de ustedes? ¿Los he oprimido alguna vez? ¿He recibido soborno de alguien? Díganmelo y rectificaré todo lo malo que haya hecho.


―El Señor y el rey que ha ungido son mis testigos —declaró Samuel— de que no pueden acusarme de haberles robado. ―Sí, son testigos —contestaron.