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1 Pedro 4:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Recíbanse unos a otros en sus casas, sin hablar mal de nadie.

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Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Abran las puertas de su hogar con alegría al que necesite un plato de comida o un lugar donde dormir.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Acójanse unos a otros en sus casas sin quejarse.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Sed hospitalarios los unos para con los otros, sin murmuración.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Practicad la hospitalidad unos con otros, sin murmuración.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones.

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1 Pedro 4:9
11 Tagairtí Cros  

Cuando el criado terminó de beber, la muchacha dijo: ―También sacaré agua para sus camellos, para que beban hasta que queden satisfechos.


Cuando vean a algún hermano en necesidad, corran a ayudarlo. Y fórmense el hábito de ofrecer alojamiento a los que lo necesiten.


Gayo me pide que los salude en su nombre. Yo estoy alojado en su casa y aquí también se reúne la iglesia. Erasto, el tesorero de la ciudad, les envía saludos, al igual que el hermano Cuarto.


Cada uno tiene que determinar cuánto va a dar. Que no sea con tristeza ni porque lo obliguen, porque Dios ama al que da con alegría.


Háganlo todo sin quejarse ni pelearse,


Sin embargo, es necesario que tal persona viva irreprochablemente: ha de tener una sola esposa y debe ser moderado, juicioso y respetable; ha de estar siempre dispuesto a hospedar gente en su casa; debe saber enseñar;


debe ser hospitalario, amigo del bien, sensato, justo, santo y disciplinado.


Pero preferí no hacerlo sin tu consentimiento, pues no me gustan los favores forzados.


No se olviden de hacer el bien y de compartir con otros lo que tienen, porque esos son los sacrificios que agradan a Dios.


No se olviden de practicar la hospitalidad, porque de esa manera, algunos, sin darse cuenta, hospedaron ángeles.


Hermanos, no se quejen unos de otros, para que no sean juzgados, pues el juez ya está a la puerta.