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1 Pedro 3:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Ese era el adorno de las mujeres santas en el pasado, las que confiaban en Dios y obedecían a sus esposos.

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Biblia Reina Valera 1960

Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Así es como lucían hermosas las santas mujeres de la antigüedad. Ellas ponían su confianza en Dios y aceptaban la autoridad de sus maridos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

De ese modo se adornaban en otros tiempos las santas mujeres que esperaban en Dios y obedecían a sus maridos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Porque así también se ataviaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Así se ataviaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, obedientes, a sus maridos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque así también se ataviaban en el tiempo antiguo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, siendo sujetas a sus maridos;

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1 Pedro 3:5
17 Tagairtí Cros  

Mujer ejemplar, ¿dónde se hallará? ¡Vale más que las piedras preciosas!


Los encantos pueden engañar y la belleza no dura, pero la mujer que honra al Señor es digna de alabanza.


(Pero yo cuidaré de tus huérfanos que queden, y haré que sus viudas confíen en mí).


pero entonces quedó viuda y ahora ya tenía ochenta y cuatro años de edad. Nunca salía del templo; se pasaba noche y día adorando a Dios con ayunos y oraciones.


En la ciudad de Jope vivía una mujer llamada Tabita (que significa Dorcas), discípula que siempre estaba haciendo algo por los demás, especialmente por los pobres.


Así que, repito, el esposo debe amar a su esposa como a sí mismo; y la esposa debe respetar a su esposo.


más bien debe adornarse con buenas acciones, tal como debe ser con las mujeres que dicen servir a Dios.


Pero la mujer se salvará siendo madre y viviendo con buen juicio en la fe, el amor y la santidad.


Tiene que haberse labrado una sana reputación por sus buenas obras, como por ejemplo, haber educado bien a sus hijos, haber sido hospitalaria, haber lavado los pies de los que son del pueblo santo, haber brindado ayuda a los que sufren y haber sido bondadosa en todo.


La viuda que ha quedado enteramente sola, acude a Dios en busca de ayuda y pasa día y noche en oración y súplica.


Por la fe, Abraham, a pesar de ser demasiado viejo y de que Sara no podía tener hijos, recibió fuerzas para tener hijos, porque confió en que Dios cumpliría la promesa que le había hecho.


¡Alabemos a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo!, porque su misericordia es grande y nos ha hecho nacer de nuevo por medio de la resurrección de Jesucristo. Esto fue así para que tengamos una esperanza viva


Esta fue la oración de Ana: «¡Cuánto me ha bendecido! Ahora tengo respuesta para mis enemigos, porque el Señor ha resuelto mi problema. ¡Cuánto se goza mi corazón!