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1 Corintios 10:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Y no murmuremos contra Dios, como hicieron algunos israelitas y el Señor envió a su ángel a destruirlos.

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Biblia Reina Valera 1960

Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Y no murmuren como lo hicieron algunos de ellos, y luego el ángel de la muerte los destruyó.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Tampoco se quejen contra Dios, como se quejaron muchos de ellos y fueron eliminados por el ángel exterminador.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Ni murmuréis, tal como algunos de ellos murmuraron, y perecieron° por el destructor.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ni murmuréis, como murmuraron algunos de ellos, que murieron a manos del exterminador.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y fueron destruidos por el destructor.

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1 Corintios 10:10
23 Tagairtí Cros  

Pero cuando el ángel de la muerte se preparaba para destruir a Jerusalén, el Señor se apiadó y le dijo que se detuviera. El ángel estaba en el campo de Arauna el jebuseo.


Durante la plaga, Dios envió un ángel a destruir a Jerusalén; pero entonces sintió tal compasión que le dolió profundamente, de modo que ordenó al ángel destructor: «¡No sigas! ¡Es suficiente!». En ese momento el ángel del Señor se encontraba de pie en el campo de trilla de Ornán el jebuseo.


y el Señor les envió un ángel que destruyó al ejército asirio con todos sus oficiales y generales. Senaquerib regresó a su tierra profundamente avergonzado. Cuando entró al templo de su dios, sus propios hijos lo mataron allí.


Por el contrario, refunfuñaron en sus tiendas de campaña, y no obedecieron al Señor.


El Señor pasará por Egipto y dará muerte a los egipcios; pero cuando vea la sangre sobre el travesaño de la puerta y sobre los dos postes, pasará de largo y no permitirá que el destructor entre a matar a sus hijos.


El pueblo se quejó contra Moisés, y le reclamó: «¿Y qué vamos a beber?».


Elevaron sus voces como un gran coro de quejas en contra de Moisés y Aarón. «Preferiríamos haber muerto en Egipto —se quejaban— o aun aquí en el desierto,


Esto es lo que realmente están buscando. Por eso es que se rebelan en contra del Señor. ¿Y qué ha hecho Aarón para que estén disconformes con él?


Pero a la mañana siguiente, todo el pueblo comenzó a murmurar contra Moisés y Aarón diciendo: ―Tú has dado muerte al pueblo de el Señor.


Y el Señor le dijo a Moisés: «Coloca la vara de Aarón dentro del cofre como advertencia a los rebeldes. De esta manera detendrás las protestas de la gente y evitarás que mueran».


Yo usaré estas varas para identificar al hombre que he escogido pues la vara del escogido florecerá. Así se acabarán las murmuraciones y quejas en contra tuya».


En aquel mismo instante un ángel del Señor lo hirió con una enfermedad tan terrible que Herodes murió comido por los gusanos. ¡Todo por no darle la gloria a Dios!


Háganlo todo sin quejarse ni pelearse,


Por la fe celebró la Pascua y mandó rociar las puertas con sangre. De esta manera, el que mataba a los primogénitos no tocaría a los israelitas.


Estas personas son murmuradoras, nunca están satisfechas con nada; siguen siempre sus deseos egoístas y son tan arrogantes que cuando hablan bien de alguien es para sacarle algún beneficio.


Escuché entonces una potente voz que desde el templo gritaba a los siete ángeles: «Váyanse a derramar sobre la tierra las siete copas del furor de Dios».