David entonces respondió a Gad: Me veo en muy grande estrecho. ¡Ruégote caigamos en manos de Jehová; porque grandes son sus compasiones; mas no caiga yo en mano de los hombres!
Proverbios 6:3 - Biblia Version Moderna (1929) ¡Haz esto ahora mismo, hijo mío, y líbrate, ya que has caído en el poder de tu prójimo! ¡anda, humíllate, y usa de urgencia con tu prójimo! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, Ya que has caído en la mano de tu prójimo; Ve, humíllate, y asegúrate de tu amigo. Biblia Nueva Traducción Viviente sigue mi consejo y sálvate, pues te has puesto a merced de tu amigo. Ahora trágate tu orgullo; ve y suplica que tu amigo borre tu nombre. Biblia Católica (Latinoamericana) Pues bien, haz esto, hijo mío: ¡libérate lo más pronto! ¿No ves que estás a merced de otro? ¡Anda a verlo, ponte de rodillas, suplícale! La Biblia Textual 3a Edicion Haz esto ahora hijo mío, y líbrate, Ya que has caído en la mano de tu prójimo: Ve, humíllate, e importuna a tu prójimo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 haz esto, hijo mío, para librarte, pues has caído en poder de tu prójimo: ve corriendo y ruega a tu prójimo; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, ya que has caído en la mano de tu prójimo; ve, humíllate, y asegúrate de tu amigo. |
David entonces respondió a Gad: Me veo en muy grande estrecho. ¡Ruégote caigamos en manos de Jehová; porque grandes son sus compasiones; mas no caiga yo en mano de los hombres!
¶Entonces Semaya vino a Roboam y a los príncipes de Judá, que se habían recogido dentro de Jerusalem a causa de Sisac, y les dijo: Así dice Jehová: Vosotros me habéis dejado, y yo también os dejo a vosotros en mano de Sisac.
e hizo lo que era malo a los ojos de Jehová su Dios; y no se humilló ante Jeremías el profeta que le hablaba por orden de Jehová.
Y no me has entregado en manos del enemigo; antes has plantado mis pies en campo espacioso.
¶Por lo cual entraron Moisés y Aarón a donde estaba Faraón, y le dijeron: Así dice Jehová, el Dios de los Hebreos: ¿Hasta cuándo rehusarás humillarte delante de mí? Deja ir a mi pueblo, para que ellos me sirvan.
te has enlazado con los dichos de tu boca, has quedado preso en los dichos de tu boca.