se vestía también de maldición como de su vestido, y ella entró como agua en sus entrañas, y como aceite en sus huesos!
Números 5:22 - Biblia Version Moderna (1929) y entren en tus entrañas estas aguas que acarrean maldición, y hagan hinchar tu vientre y caer tu muslo! Y dirá la mujer: ¡Amén¡ ¡amén! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y estas aguas que dan maldición entren en tus entrañas, y hagan hinchar tu vientre y caer tu muslo. Y la mujer dirá: Amén, amén. Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora, que esta agua que trae la maldición entre en tu cuerpo y cause que tu abdomen se hinche y tu útero se encoja”. A la mujer se le exigirá decir: “Sí, que así sea”. Biblia Católica (Latinoamericana) Entren en tus entrañas las aguas que traen la maldición, haciendo que se pudran tus muslos y reviente tu vientre. Y la mujer responderá: ¡Así sea, así sea!' La Biblia Textual 3a Edicion ¡Penetren estas aguas portadoras de maldición en tus entrañas, haciendo hinchar tu vientre y decayendo tu muslo! Y la mujer dirá: ¡Amén, amén! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Que este agua portadora de maldición penetre en tus entrañas, a fin de que hinchen tu vientre y hagan languidecer tus caderas'. Entonces dirá la mujer: 'Amén, amén'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y esta agua que causa la maldición entrará en tus entrañas, y hará que tu vientre se hinche y que se pudra tu muslo. Y la mujer dirá: Amén, amén. |
se vestía también de maldición como de su vestido, y ella entró como agua en sus entrañas, y como aceite en sus huesos!
¡Bendito sea Jehová, el Dios de Israel, por los siglos de los siglos! ¡Amén, y Amén!
¡y bendito sea su glorioso nombre para siempre; y toda la tierra se llene de su gloria! ¡Amén! y ¡Amén!
por tanto comerán del fruto de su mismo camino, y se hartarán de sus propios consejos.
También me dijo: Hijo del hombre, haz que tu vientre coma, y llena tus entrañas de este rollo que te doy. Y yo me lo comí; y era en mi boca como miel, por lo dulce que era.
Entonces el sacerdote escribirá estas maldiciones en un libro, y las borrará con las aguas.
La hará pues beber las aguas; y sucederá que si ella fuere amancillada, y se hubiere portado deslealmente con su marido, en tal caso entrarán en ella las aguas que acarrean maldición para convertirse en amargas; y se le hinchará el vientre y caerá su muslo; y será aquella mujer una execración en medio de su pueblo.
En verdad, en verdad te digo que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto testificamos; y no recibís nuestro testimonio.
Respondió Jesús y le dijo: En verdad, en verdad te digo: A menos que el hombre naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
Jesús, pues, les dijo: En verdad, en verdad os digo: A menos que comáis la carne del Hijo del hombre, y bebáis su sangre, no tendréis vida en vosotros.