Ahora pues enmendad vuestros caminos y vuestras obras, y escuchad la voz de Jehová vuestro Dios, para que se arrepienta Jehová del mal que ha pronunciado contra vosotros.
Mateo 3:8 - Biblia Version Moderna (1929) Dad, pues, digno fruto de arrepentimiento; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, Biblia Nueva Traducción Viviente Demuestren con su forma de vivir que se han arrepentido de sus pecados y han vuelto a Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Muestren los frutos de una sincera conversión, pues de nada les sirve decir: 'Abrahán es nuestro padre'. La Biblia Textual 3a Edicion Dad, pues, frutos dignos de arrepentimiento, Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡A ver si dais frutos propios de conversión Biblia Reina Valera Gómez (2023) Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, |
Ahora pues enmendad vuestros caminos y vuestras obras, y escuchad la voz de Jehová vuestro Dios, para que se arrepienta Jehová del mal que ha pronunciado contra vosotros.
puede ser que los hijos de la casa de Judá escuchen todo el mal que pienso hacerles, a fin de que se vuelvan cada uno de su mal camino para que yo perdone su iniquidad y su pecado.
Porque vino Juan a vosotros en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, al ver esto, no lo sentisteis después, para creerle.
Dad, pues, frutos propios de arrepentimiento; y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo, que puede Dios, aun de estas piedras, levantar hijos a Abraham.
mas declaré primeramente a los de Damasco, y también en Jerusalem, y por todo el país de Judea, y luego a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas del arrepentimiento.
porque en un tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor: andad como hijos de la luz
(pues que el fruto de la luz consiste en toda bondad y justicia y verdad),
estando llenos de los frutos de justicia, que son por medio de Jesucristo, para gloría y loor de Dios.