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Hechos 26:20 - Biblia Version Moderna (1929)

20 mas declaré primeramente a los de Damasco, y también en Jerusalem, y por todo el país de Judea, y luego a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas del arrepentimiento.

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Biblia Reina Valera 1960

20 sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Primero les prediqué a los de Damasco, luego en Jerusalén y por toda Judea, y también a los gentiles: que todos tienen que arrepentirse de sus pecados y volver a Dios, y demostrar que han cambiado, por medio de las cosas buenas que hacen.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Muy por el contrario, empecé a predicar, primero a la gente de Damasco, luego en Jerusalén y en el país de los judíos, y por último en las naciones paganas. Y les pedía que se arrepintieran y se convirtieran a Dios, mostrando en adelante los frutos de una verdadera conversión.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 sino que anunciaba, primeramente a los que están en Damasco,° y también en Jerusalem,° y por toda la región de Judea, y a los gentiles, que se arrepintieran y se volvieran a Dios, haciendo obras dignas del arrepentimiento.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 sino que, primero en Damasco y en Jerusalén, y después en toda la región de Judea y entre los gentiles, me puse a predicar que se convirtieran y volvieran a Dios, haciendo obras en consonancia con esa conversión.

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Hechos 26:20
56 Tagairtí Cros  

Se acordarán y se volverán a Jehová todos los términos de la tierra, y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti.


¡deje el malo su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá compasión de él, y a nuestro Dios, porque es grande en perdonar!


Ahora pues, habla a los hombres de Judá, y a los habitantes de Jerusalem, diciendo: Así dice Jehová: He aquí que yo dispongo el mal contra vosotros, y tramo un diseño contra vosotros. Volveos pues cada cual de su mal camino, y enmendad vuestros caminos y vuestras obras.


También os he enviado a todos mis siervos los profetas, madrugando y enviando, diciendo: Volveos cada cual de su mal camino, y enmendad vuestras obras, y no vayáis tras otros dioses para servirles, y habitaréis en la tierra que he dado a vosotros y a vuestros padres pero no inclinasteis el oído, ni me habéis escuchado.


NUN.- ¡Examinemos y escudriñemos nuestros caminos, y volvámonos otra vez a Jehová!


¡Por tanto tú, oh Israel, vuélvete a tu Dios! observa la misericordia y la justicia, y guarda a tu Dios de continuo.


¡Tomad con vosotros palabras, y volveos a Jehová! decidle: ¡Quita toda nuestra iniquidad, y acéptanos bondadosamente; así te tributaremos los sacrificios de nuestros labios!


diciendo:  Arrepentíos; porque el reino de los cielos se ha acercado.


Dad, pues, digno fruto de arrepentimiento;


¶Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir:  Arrepentíos; porque el reino de los cielos se ha acercado.


Id, pues, y aprended qué significa esto: Deseo la misericordia, y no el sacrificio; porque no vine a llamar justos, sino pecadores.


Y saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen:


y a muchos de los hijos de Israel hará volver al Señor su Dios.


Os digo que no; antes bien, si vosotros no os arrepintiereis, todos pereceréis de igual manera.


Os digo que no; antes bien, si vosotros no os arrepintiereis, todos asimismo pereceréis.


De esta manera, yo os lo digo, hay gozo en presencia de los ángeles de Dios, por un solo pecador que se arrepiente.


Dígoos, que así habrá gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, más bien que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de arrepentimiento.


Al oír ellos estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: Luego a los gentiles también les ha concedido Dios arrepentimiento para vida.


Por lo cual, yo juzgo que no inquietemos a los que de entre los gentiles se han convertido a Dios;


Pues aquellos tiempos de ignorancia Dios los dejó pasar; mas ahora manda a los hombres, que todos, en todas partes, se arrepientan;


Entonces Pedro les dijo: ¡Arrepentíos, y sed bautizados, cada uno de vosotros, en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo!


testificando a judíos y también a griegos, el arrepentimiento hacia Dios y la fe hacia nuestro Señor Jesucristo.


librándote del pueblo, y de los gentiles a quienes te envío


¶Por lo cual, oh rey Agripa, no fuí desobediente a la visión celestial;


¶¡Arrepentíos pues, y volveos a Dios; para que sean borrados vuestros pecados! para que así vengan tiempos de refrigerio de la presencia del Señor;


Mas el Señor le dijo: Vé; porque éste mismo me es un vaso escogido, para llevar mi nombre delante de los gentiles, y de los reyes, y de los hijos de Israel;


Y le vieron todos los que habitaban en Lidda y en Sarona; y se convirtieron al Señor.


¿o desprecias la riqueza de su benignidad, y paciencia, y longanimidad, ignorando que la benignidad de Dios te conduce a arrepentimiento?


Mas cuando alguno de ellos se vuelva al Señor, el velo será quitado.


Porque el pesar que es según Dios obra el arrepentimiento para salvación, de que nunca se arrepiente; mas el pesar del mundo obra la muerte.


¶Esto pues lo digo y protesto en el Señor, que ya no andéis vosotros como andan también los gentiles, en la vanidad de su mente,


porque ellos mismos declaran respecto de nosotros, qué manera de entrada tuvimos a vosotros, y cómo os volvisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero,


y blasfemaban al Dios del cielo, a causa de los dolores y de las úlceras; y no se arrepintieron de sus obras.


Y hele dado tiempo para que se arrepienta; y ella no quiere arrepentirse de sus fornicaciones.


Recuerda, por tanto, de donde has caído, y arrepiéntete, y haz de nuevo tus primeras obras; de otra suerte, yo iré a ti, y quitaré tu candelabro de su lugar, a menos que te arrepientas.


Recuerda pues lo que has recibido y has oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Si por tanto no vigilares, yo vendré como ladrón, y tú no sabrás a que hora vendré sobre ti.


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