Y sucedió que cuando oyó Acab estas palabras, rasgó sus vestidos, y puso saco sobre su carne, y ayunó, y se acostó en cilicio, y andaba callado.
Mateo 27:4 - Biblia Version Moderna (1929) diciendo: ¡Pequé, entregando sangre inocente! Mas ellos dijeron: ¿Qué se nos da a nosotros? ¡viéraslo tú! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú! Biblia Nueva Traducción Viviente —He pecado —declaró—, porque traicioné a un hombre inocente. —¿Qué nos importa? —contestaron—. Ese es tu problema. Biblia Católica (Latinoamericana) Les dijo: 'He pecado: he entregado a la muerte a un inocente. Ellos le contestaron: '¿Qué nos importa eso a nosotros? Es asunto tuyo. La Biblia Textual 3a Edicion diciendo: Pequé entregando sangre inocente. Pero ellos dijeron: ¿Y a nosotros qué? ¡Allá tú! Biblia Serafín de Ausejo 1975 diciendo: 'He pecado entregando sangre inocente'. Pero ellos contestaron: 'Y a nosotros, ¿qué? ¡Allá tú!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) diciendo: Yo he pecado entregando la sangre inocente. Pero ellos dijeron: ¿Qué a nosotros? Míralo tú. |
Y sucedió que cuando oyó Acab estas palabras, rasgó sus vestidos, y puso saco sobre su carne, y ayunó, y se acostó en cilicio, y andaba callado.
y también por la sangre inocente que derramó; pues que llenó a Jerusalem de sangre inocente, la cual Jehová no quiso perdonar.
pues que vosotros, al contrario de él, sois fraguadores de mentiras; médicos de ningún valor sois todos vosotros.
Yo he oído muchas cosas como éstas: ¡consoladores molestos sois todos vosotros¡
Júntanse en tropas contra la vida del justo, y condenan la sangre inocente.
Y llamó a Moisés y a Aarón de noche, y dijo: ¡Levantaos, salid de en medio de mi pueblo, así vosotros como los hijos de Israel, y andad, servid a Jehová como habéis dicho!
¶Entonces Faraón envió y llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: He pecado esta vez; Jehová es el justo, y yo y mi pueblo somos los inicuos.
Según su sabiduría el hombre será alabado; mas el perverso de corazón será objeto de oprobio.
Sabed empero con toda seguridad que si me hiciereis morir, traeréis la sangre inocente sobre vosotros, y sobre esta ciudad, y sobre sus habitantes; porque en verdad Jehová me ha enviado a vosotros para hablar en vuestros oídos todas estas palabras.
Entonces clamaron a Jehová, y dijeron: ¡Oh Jehová! ¡rogámoste no perezcamos nosotros por la vida de este hombre, y no hagas recaer sobre nosotros la sangre inocente! Pues que tú, oh Jehová, has hecho del modo que te agrada.
Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le envió recado, diciendo: Nada tengas que ver con ese justo; porque he padecido muchas cosas hoy en sueños a causa de él.
El centurión, pues, y los que con él hacían la guardia de Jesús, viendo el terremoto y las cosas que sucedieron, temieron en gran manera, diciendo: ¡Verdaderamente Hijo de Dios era éste!
Él entonces les dijo por tercera vez: Pues ¿qué mal ha hecho? ¡Ninguna cosa digna de muerte he hallado en él; le castigaré, pues, y le soltaré!
y nosotros a la verdad justamente; porque recibimos la pena debida a nuestros hechos: pero éste ningún mal ha hecho.
Y cuando el centurión vió lo que había acontecido, dió gloria a Dios, diciendo: Ciertamente este hombre era justo.
Los judíos le respondieron: Nosotros tenemos una ley, y conforme a nuestra ley él debe morir; por cuanto se ha hecho Hijo de Dios.
Y aunque no hallaron causa de muerte en él, pidieron a Pilato que fuese muerto.
¶Mas sabemos que cuanto dice la ley, ella lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca enmudezca, y el mundo todo se tenga por reo delante de Dios.
de parte de los que hablan mentiras en hipocresía, teniendo cauterizada su misma conciencia;
Profesan conocer a Dios; mas con sus hechos le niegan, siendo abominables, y desobedientes, y réprobos para toda buena obra.
¶Porque tal sumo sacerdote nos convenía: Santo, inocente, inmaculado, apartado de los pecadores, y hecho más excelso que los cielos;
sino con preciosa sangre, la de Cristo, como de un cordero sin defecto e inmaculado,
No como Caín, el cual era del maligno y mató a su hermano. Y ¿por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano, justas.
Y los que habitan sobre la tierra se regocijan sobre ellos, y hacen fiesta, y se envían regalos los unos a los otros; porque estos dos profetas atormentaron a los que habitan sobre la tierra.
¶Entonces dijo Saúl a Samuel: He pecado, traspasando el mandamiento de Jehová y tus palabras; porque temí al pueblo y obedecí la voz de ellos.
A lo que dijo Saúl: Yo he pecado: ahora empero te ruego que me honres delante de los ancianos de mi pueblo, y delante de Israel, y vuelvas conmigo para que adore a Jehová tu Dios.
Tomó además la vida en su mano, y mató a aquel filisteo, obrando Jehová así grande salvación para todo Israel. Tú mismo lo viste, y te regocijaste: ¿porqué pues quieres pecar contra la sangre inocente, matando a David sin motivo?