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Mateo 21:5 - Biblia Version Moderna (1929)

Decid a la hija de Sión:  He aquí que tu rey viene a ti, manso, y sentado sobre un asno, es decir, sobre un pollino, hijo del asna.

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Biblia Reina Valera 1960

Decid a la hija de Sion: He aquí, tu Rey viene a ti, Manso, y sentado sobre una asna, Sobre un pollino, hijo de animal de carga.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

«Dile a la gente de Jerusalén: “Mira, tu Rey viene hacia ti. Es humilde y llega montado en un burro: montado en la cría de una burra”».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Digan a la hija de Sión: 'Mira que tu rey viene a ti con toda sencillez, montado en una burra, un animal de carga.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Decid a la hija de Sión:° He aquí, tu Rey viene a ti, Manso, y sentado sobre un asna, y sobre un pollino, hijo de bestia de carga.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Decid a la hija de Sión: mira que tu rey viene a ti, lleno de mansedumbre y montado en una asna y en un pollino, hijo de una bestia de carga.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Decid a la hija de Sión: He aquí tu Rey viene a ti, manso, y sentado sobre una asna, y un pollino hijo de animal de yugo.

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Mateo 21:5
39 Tagairtí Cros  

No se apartará de Judá el cetro, ni la vara de gobernador de entre sus pies, hasta que venga el Pacificador: y a Él será tributada la obediencia de las naciones.


Y el rey dijo a Siba: ¿Qué quieres con estas cosas? Y respondió Siba: Los asnos son para que monte la familia del rey, y el pan y los higos secos para que coman los mancebos, y el vino para que beban los que se cansaren en el desierto.


Y les dijo el rey: Tomad con vosotros los siervos de vuestro señor, y haced montar a Salomón mi hijo sobre la mula que es mía propia, y le haréis bajar a Gihón;


Y juntó Salomón carros de guerra,  y gente de a caballo; de modo que tenía mil y cuatrocientos carros, y doce mil jinetes; a los cuales dispuso en las ciudades de los carros, y con el rey en Jerusalem.


para que cuente todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sión, y me regocije en tu salvación!


¡Alza el grito y canta de gozo, oh moradora de Sión; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel!


¡Súbete sobre un monte alto, oh Sión, anunciadora de buenas nuevas! ¡levanta con fuerza tu voz, oh Jerusalem, anunciadora de buenas nuevas! ¡levántala, no temas! ¡di a las ciudades de Judá: He ahí a vuestro Dios!


He aquí que Jehová ha hecho proclamación hasta los fines de la tierra: ¡Decid a la hija de Sión: He aquí que viene tu Salvador! ¡he aquí que su premio está con él, y su recompensa delante de él!


Y yo, Jehová, seré el Dios de ellas, y mi siervo David será el Príncipe en medio de ellas: yo Jehová lo he dicho.


Y mi siervo David será Rey sobre ellos; y todos ellos tendrán un solo Pastor; y andarán en mis leyes, y guardarán mis estatutos y los cumplirán.


Pero usaré de misericordia para con la casa de Judá, y la salvaré por medio de Jehová su Dios; mas no la salvaré con espada, ni con arco, ni con batalla, ni con caballos, ni con caballería.


Mas tú, Bet-lehem Efrata, demasiado pequeña para estar entre los miles de Judá, de ti saldrá para mí aquel que ha de ser Caudillo en Israel, cuya procedencia es de antiguo tiempo, desde los días de la eternidad.


Pues que ya domina UNO  del linaje de Jacob, el cual ha hecho destruir los restos de Ir-moab.


Tomad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí; porque soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.


diciendo: ¿Dónde está el rey de los Judíos que ha nacido? porque en Oriente vimos su estrella, y hemos venido para tributarle homenaje.


Y tú, Bet-lehem, en tierra de Judá, no eres de ninguna manera el más pequeño entre los príncipes de Judá; porque de ti saldrá el Caudillo que pastoreará a mi pueblo Israel.


Los discípulos fueron, pues, y haciendo así como Jesús les había mandado,


Y comenzando desde Moisés y todos los Profetas, les iba interpretando en todas las Escrituras las cosas referentes a él mismo.


Natanael le respondió: ¡Rabbí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel!


YO Pablo os ruego, por la mansedumbre y la dulzura de Cristo, yo que en persona soy humilde entre vosotros, mas estando ausente, soy osado para con vosotros;


Tu rey, empero, no ha de multiplicar para sí caballos, ni hará volver el pueblo a Egipto para hacer que abunden los caballos; por cuanto Jehová os ha dicho: Nunca más habéis de volver por este camino.


el cual tuvo cuarenta hijos y treinta nietos, que cabalgaban en setenta pollinos: y juzgó a Israel ocho años.


Los que cabalgáis en asnas blancas, los que os sentáis sobre alfombras, y los que andáis seguros por el camino, ¡cantad!