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Jueces 16:6 - Biblia Version Moderna (1929)

Por lo cual Delila dijo a Samsón: Ruégote me declares en qué consiste tu fuerza tan grande; y de qué manera podrás ser amarrado, para poderte sujetar.

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Biblia Reina Valera 1960

Y Dalila dijo a Sansón: Yo te ruego que me declares en qué consiste tu gran fuerza, y cómo podrás ser atado para ser dominado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Así que Dalila le dijo a Sansón: —Dime, por favor, qué te hace tan fuerte, y con qué podrían amarrarte sin que te liberes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Dalila preguntó a Sansón: 'Dime, te lo ruego, de dónde proviene tu fuerza extraordinaria. ¿Cómo se podría amarrarte y domarte?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y Dalila dijo a Sansón: Te ruego me declares en qué consiste tu gran fuerza, y con qué podrías ser atado para doblegarte.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Dalila dijo a Sansón: 'Explícame cuál es el secreto de tu gran fuerza y con qué habría que atarte para tenerte sujeto'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Dalila dijo a Sansón: Yo te ruego que me declares en qué consiste tu gran fuerza, y cómo podrás ser atado para ser atormentado.

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Jueces 16:6
12 Tagairtí Cros  

Y ellos me enviaron recado por el mismo estilo hasta cuatro veces; y les devolví respuesta de la misma manera.


Cada uno habla mentira con su prójimo; hablan con labios lisonjeros, y con doblez de corazón.


Hoyo profundo es la boca de las adúlteras; aquel que es aborrecido de Jehová caerá en él.


La lengua mentirosa aborrece a los que son heridos por ella; y la boca aduladora obra la ruina.


porque a causa de la ramera, uno se ve reducido a un pedazo de pan, y la adúltera caza la vida preciosa.


Le rinde con la muchedumbre de sus palabras suaves, con la zalamería de sus labios le arrastra.


El hombre piadoso perecido ha de la tierra, y no hay ya recto entre los hombres; todos ellos ponen asechanzas para derramar la sangre, cazan cada cual a su hermano con una red;


No confiéis en compañero, ni os fiéis del amigo más íntimo; contra aquella que duerme en tu seno, guarda la puerta de tu boca:


De esta suerte ella lloraba delante de él los siete días que duró su banquete. Mas aconteció que al séptimo día él se lo declaró, porque le acosaba; y ella declaró el enigma a los hijos de su pueblo.


Subieron pues a donde estaba ella los príncipes de los Filisteos, y le dijeron: Engáñale, para que veas en que consiste su gran fuerza, y de qué manera podremos prevalecer contra él, a fin de amarrarle, para poderle sujetar; y nosotros te daremos cada uno mil y cien siclos de plata.


Y le respondió Samsón: Si me ataren con siete cuerdas de arco frescas, que aún no se hayan secado, seré débil y vendré a ser como cualquiera de los hombres.