¡No me aniegue el ímpetu de las aguas, no me trague el abismo, ni cierre el pozo su boca sobre mí!
Jueces 12:6 - Biblia Version Moderna (1929) le decían entonces: Di pues: Shibólet; y él decía: Sibólet; porque no acertaba a pronunciarlo correctamente. Entonces echaban mano de él y le degollaban junto a los pasos del Jordán: y cayeron de Efraim en aquel tiempo cuarenta y dos mil hombres. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 entonces le decían: Ahora, pues, di Shibolet. Y él decía Sibolet; porque no podía pronunciarlo correctamente. Entonces le echaban mano, y le degollaban junto a los vados del Jordán. Y murieron entonces de los de Efraín cuarenta y dos mil. Biblia Nueva Traducción Viviente ellos le pedían que pronunciara la palabra «shibolet». Si era de Efraín, diría «sibolet», porque a la gente de Efraín le cuesta pronunciar bien esa palabra. Entonces se lo llevaban y lo mataban en los vados del Jordán. En total mataron a cuarenta y dos mil de la tribu de Efraín en esos días. Biblia Católica (Latinoamericana) entonces le decían: '¡Di Chibolet!' y si pronunciaba 'Sibolet' (porque no podían pronunciar correctamente) lo tomaban y lo degollaban en el vado del Jordán. Cuarenta y dos mil hombres de Efraín fueron muertos ese día. La Biblia Textual 3a Edicion entonces le decían: Di ahora, Shibolet;° y él decía Sibolet,° porque no acertaba a pronunciarlo correctamente; entonces lo sujetaban y lo degollaban junto a los vados del Jordán. Y en aquel entonces cayeron cuarenta y dos mil de los de Efraín. Biblia Serafín de Ausejo 1975 los galaaditas le replicaban: 'Di 'shibbólet''; pero él pronunciaba 'sibbólet', porque no acertaba con la pronunciación correcta. Entonces los de Galaad lo prendían y lo degollaban junto a los vados del Jordán. Cayeron así en aquella ocasión cuarenta y dos mil hombres de Efraín. Biblia Reina Valera Gómez (2023) entonces le decían: Ahora, pues, di Shibolet. Y él decía Sibolet; porque no podía pronunciarlo correctamente. Entonces le echaban mano, y le degollaban junto a los vados del Jordán. Y murieron entonces de los de Efraín cuarenta y dos mil. |
¡No me aniegue el ímpetu de las aguas, no me trague el abismo, ni cierre el pozo su boca sobre mí!
¡Estoy hundido en cieno profundo, y no hallo donde asentar el pie; he entrado en honduras de aguas, y la corriente me ha anegado!
El comienzo de la discordia es como el soltarse las aguas; déjese, pues, la disputa, antes que se cante la riña.
El hermano ofendido más difícil es de ganar que una ciudad fuerte, y las contiendas que resultan son como los cerrojos de un castillo.
Las palabras de la boca del sabio están llenas de gracia; pero los labios del insensato a él mismo le tragarán.
Mas sucederá en aquel día, que Jehová recogerá a su pueblo desde el cauce del río Eufrates hasta el torrente de Egipto; y seréis recogidos uno por uno, ¡oh hijos de Israel!
Jesús, pues, que conocía los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, se destruye; y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá.
Y un poco después, acercándose los que estaban allí en pie, dijeron a Pedro: Verdaderamente tú también eres uno de ellos, porque aun tu dialecto te pone de manifiesto.
Mas él negó otra vez. Y un poco después, los que allí estaban dijeron otra vez a Pedro: ¡Verdaderamente tú eres de ellos; porque eres galileo!
Pero si unos a otros os mordéis y os devoráis, ¡cuidado que no seáis consumidos los unos por los otros!
Y los Galaaditas se apoderaron de los pasos del Jordán delante de Efraim; y fué así que cuando decían los fugitivos de Efraim: Quiero pasar; le preguntaban los hombres de Galaad: ¿Eres tú efrateo? y respondiendo él: No;
Y Jefté juzgó a Israel seis años. Entonces murió Jefté galaadita y fué enterrado entre las ciudades de Galaad.