Mas ellos se mofaban de los mensajeros de Dios, y despreciaban las palabras de él, y hacían escarnio de sus profetas, en grado que subió de punto la ardiente indignación de Jehová contra su pueblo, hasta no haber remedio.
Jeremías 26:8 - Biblia Version Moderna (1929) Y aconteció que como acabase Jeremías de hablar todo lo que Jehová le había mandado decir a todo el pueblo, le prendieron los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo, diciendo: ¡Morirás sin remedio! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y cuando terminó de hablar Jeremías todo lo que Jehová le había mandado que hablase a todo el pueblo, los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo le echaron mano, diciendo: De cierto morirás. Biblia Nueva Traducción Viviente pero cuando Jeremías terminó su mensaje, habiendo dicho todo lo que el Señor le ordenó que dijera, los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo que estaba junto al templo lo atacaron en masa. «¡Mátenlo! —gritaban—. Biblia Católica (Latinoamericana) En cuanto terminó de decir todo lo que Yavé le había ordenado, lo agarraron, diciendo: 'Vas a morir' La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando Jeremías terminó de decir todo lo que YHVH le había mandado decir a todo el pueblo, los sacerdotes, los profetas y el pueblo entero le echaron mano, y exclamaron: ¡Morirás sin remedio! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y cuando Jeremías acabó de decir todo lo que Yahveh le había mandado decir a todo el pueblo, los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo lo prendieron, diciendo: 'Tienes que morir sin remisión. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que cuando Jeremías terminó de hablar todo lo que Jehová le había mandado que hablase a todo el pueblo, los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo le echaron mano, diciendo: De cierto morirás. |
Mas ellos se mofaban de los mensajeros de Dios, y despreciaban las palabras de él, y hacían escarnio de sus profetas, en grado que subió de punto la ardiente indignación de Jehová contra su pueblo, hasta no haber remedio.
Y ellos pelearán contra ti, mas no prevalecerán contra ti; porque contigo soy yo, dice Jehová, para librarte.
Entonces ellos dijeron: ¡Vamos, tramemos nosotros un enredo contra Jeremías! porque la ley nunca dejará de asistir al sacerdote, ni al sabio el consejo, ni el oráculo al profeta. ¡Vamos pues, y traspasémosle con las saetas de la lengua, y no prestemos atención a ninguna de sus palabras!
Mas tú sabes, oh Jehová, todo su propósito contra mí para hacerme morir: ¡no perdones su iniquidad, y su pecado no sea borrado de tu vista; antes sean hechos tropezar delante de ti; trata con ellos en el tiempo de tu ira!
En vano he castigado a vuestros hijos; pues no reciben la corrección: vuestra misma espada ha devorado a vuestros profetas, como un león asolador.
Porque le había encerrado Sedequías rey de Judá, diciendo: ¿Porqué profetizas tú y dices: Así dice Jehová: He aquí que voy a entregar esta ciudad en mano del rey de Babilonia, y él se apoderará de ella;
Y ACONTECIÓ que como acabase Jeremías de hablar a todo el pueblo todas las palabras de Jehová su Dios, con las que Jehová su Dios le había enviado a ellos, es a saber, todas las palabras aquéllas,
Entonces Amasías, sacerdote de Bet-el, envió a Jeroboam rey de Israel, diciendo: ¡Amós conspira contra ti en medio de la casa de Israel; no puede la tierra soportar sus palabras!
Pero los jefes de los sacerdotes y los ancianos persuadieron al pueblo que pidiesen a Barrabás, y destruyesen a Jesús.
¶Mas ellos al oír esto, fueron cortados hasta el corazón, y tomaban ya el acuerdo de matarlos;
¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? ¡y ellos mataron a aquellos que anunciaban de antemano la venida del Justo, de quien ahora vosotros habéis venido a ser los entregadores y matadores!
Y en ella fué hallada la derramada sangre de profetas, y de santos, y de todos los que han sido degollados en la tierra.