Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Jeremías 18:23 - Biblia Version Moderna (1929)

23 Mas tú sabes, oh Jehová, todo su propósito contra mí para hacerme morir: ¡no perdones su iniquidad, y su pecado no sea borrado de tu vista; antes sean hechos tropezar delante de ti; trata con ellos en el tiempo de tu ira!

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

23 Pero tú, oh Jehová, conoces todo su consejo contra mí para muerte; no perdones su maldad, ni borres su pecado de delante de tu rostro; y tropiecen delante de ti; haz así con ellos en el tiempo de tu enojo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Señor, tú conoces todos sus planes para matarme. No perdones sus crímenes ni borres sus pecados; que caigan muertos ante ti. En tu enojo encárgate de ellos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Tú, Yavé, conoces en detalle sus planes asesinos contra mí. No perdones su crimen ni se te olvide su pecado. ¡No pierdas de vista su destrucción, cuando se desate tu cólera, actúa, no más, contra ellos!

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

23 Pero Tú, oh YHVH, conoces sus designios homicidas contra mí: No perdones su iniquidad, Ni borres de tu vista sus pecados, Y sean derribados delante de ti. Trata con ellos en el tiempo de tu ira.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Yahveh, tú bien conoces todo su plan contra mí para matarme. No perdones su iniquidad, no borres de tu presencia su pecado. ¡Sean derribados ante ti! Al tiempo de tu ira actúa contra ellos.

Féach an chaibidil Cóip




Jeremías 18:23
28 Tagairtí Cros  

Tiempo es de hacer algo, Jehová, porque los hombres han invalidado tu ley.


¡Queden avergonzados y cubiertos de confusión los que buscan mi alma! ¡Sean vueltos atrás y abochornados los que mi mal intentan!


Tú cuentas los pasos de mi vida errante: pon mis lágrimas en tu redoma; ¿no están en tu libro?


¡Sí, tú, oh Jehová, Dios de los Ejércitos, el Dios de Israel, despierta para visitar a todos esos gentiles! ¡no tengas piedad de ningún inicuo traidor! (Pausa.)


¿Y qué haréis en el día de la visitación, y en la desolación que de lejos viene? ¿a quién huiréis por auxilio? ¿y en dónde dejaréis vuestra gloria?


¡Y la plebe se postra, y los grandes se humillan; por tanto no les perdones!


de modo que no queden reliquias de ellos: porque traeré el mal sobre los hombres de Anatot, es decir, el año de su visitación.


¡Oh Jehová, tú lo sabes todo! ¡Acuérdate de mí, y visítame, y hazme justicia de mis perseguidores; no me dejes arrebatar, en tu longanimidad para con mis enemigos! ¡sabe que por tu causa yo he llevado afrenta!


¡Sean avergonzados mis perseguidores, mas no sea yo avergonzado! ¡sean ellos aterrados, mas no sea yo aterrado! ¡Venga sobre ellos el día de calamidad; y destrúyelos con doble destrucción!


Y tú, por tu misma culpa, serás privada de tu herencia que te dí; y te haré servir a tus enemigos en una tierra que nunca conociste: porque habéis encendido un fuego en mi ira que arderá para siempre.


Entonces ellos dijeron: ¡Vamos, tramemos nosotros un enredo contra Jeremías! porque la ley nunca dejará de asistir al sacerdote, ni al sabio el consejo, ni el oráculo al profeta. ¡Vamos pues, y traspasémosle con las saetas de la lengua, y no prestemos atención a ninguna de sus palabras!


Entonces los sacerdotes y los profetas hablaron a los príncipes y a todo el pueblo, diciendo: ¡Este hombre es digno de muerte, porque ha profetizado contra esta ciudad, conforme a lo que habéis oído con vuestros mismos oídos!


Y aconteció que como acabase Jeremías de hablar todo lo que Jehová le había mandado decir a todo el pueblo, le prendieron los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo, diciendo: ¡Morirás sin remedio!


Y los príncipes estallaron en ira contra Jeremías, y le azotaron, y le pusieron en la cárcel, en la casa de Jonatán secretario; porque a ésta la habían convertido en cárcel.


Entonces dijeron los príncipes al rey: Rogámoste que este hombre sea muerto; porque debilita las manos de los hombres de guerra que nos quedan aún en esta ciudad, y las manos de todo el pueblo, hablándoles tales palabras; porque este hombre no procura el bienestar de este pueblo, sino su mal.


¿Acaso se avergüenzan cuando cometen abominaciones? no por cierto, que en nada se avergüenzan, ni aun saben ruborizarse; por tanto caerán entre los que caen; al tiempo que yo los visite, serán derribados, dice Jehová.


Por tanto, así dice Jehová: He aquí que voy a poner tropiezos delante de este pueblo, sobre los cuales caerán juntos padres e hijos, el vecino también y el amigo; y perecerán.


Por tanto, así dice Jehová el Señor: He aquí, se derramará mi ira y mi ardiente indignación en este lugar, sobre los hombres y sobre las bestias, y sobre los árboles del campo, y sobre los frutos del suelo; y arderá como fuego, y no se apagará.


¿Acaso se avergüenzan cuando cometen abominaciones? No por cierto, que en nada se avergüenzan, ni aun saben ruborizarse: por tanto caerán entre los que caen; al tiempo que sean visitados serán derribados, dice Jehová.


Has visto toda la venganza de ellos, todas sus maquinaciones contra mí.


SHIN.- Has oído todos sus vituperios, oh Jehová, todas sus maquinaciones contra mí,


Porque días de venganza son éstos, para que se cumplan todas las cosas que están escritas.


mas según tu dureza y tu corazón impenitente, atesoras para ti mismo la ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios;


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí