ENTONCES respondió Moisés y dijo: Mas, he aquí, ellos no me creerán ni escucharán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová.
Jeremías 1:6 - Biblia Version Moderna (1929) Mas yo contesté: ¡Ay Jehová, Señor! ¡he aquí que no sé hablar, porque soy niño! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y yo dije: ¡Ah! ¡Ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño. Biblia Nueva Traducción Viviente —Oh Señor Soberano —respondí—. ¡No puedo hablar por ti! ¡Soy demasiado joven! Biblia Católica (Latinoamericana) Yo exclamé: 'Ay, Señor, Yavé, ¡cómo podría hablar yo, que soy un muchacho!' La Biblia Textual 3a Edicion Entonces dije: ¡Ah, Adonay YHVH! He aquí, no sé hablar, porque soy joven. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero yo dije: '¡Ah, Señor Yahveh! Mira que no sé hablar, que soy un niño'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y yo dije: ¡Ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño. |
ENTONCES respondió Moisés y dijo: Mas, he aquí, ellos no me creerán ni escucharán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová.
Mas respondió Moisés en la presencia de Jehová, diciendo: He aquí que los hijos de Israel no me oyen; ¿cómo pues me oirá Faraón, a mí que soy de labios incircuncisos?
Mas respondió Moisés en presencia de Jehová: He aquí, yo soy de labios incircuncisos; ¿cómo pues me ha de escuchar Faraón?
Entonces yo dije: ¡Ay de mí, pues soy perdido! porque soy hombre de labios inmundos, y en medio de un pueblo de labios inmundos habito; por cuanto mis ojos han visto al Rey, a Jehová de los Ejércitos.
Entonces yo dije: ¡Ah Jehová Señor! he aquí que los profetas les dicen: ¡No veréis espada, ni tendréis hambre; sino que yo, Jehová, os daré una paz segura en este lugar!
¡Oh Señor Jehová! he aquí que tú hiciste los cielos y la tierra con tu gran poder y con tu brazo extendido; y no hay cosa alguna que sea demasiado difícil para ti;
Y el profeta Jeremías habló a Sedequías rey de Judá todas estas palabras en Jerusalem,
(Dije yo entonces: ¡Ah Jehová, Señor! ciertamente has del todo engañado a este pueblo y a Jerusalem, diciendo: ¡Tendréis paz! en tanto que la espada alcanza ya hasta el alma.)
¶Entonces yo dije: ¡Ah Jehová, Señor! ¡he aquí que mi alma nunca ha sido contaminada, ni he comido cosa mortecina, ni destrozada por fieras desde mi mocedad hasta ahora; ni carne abominable jamás ha entrado en mi boca!
y le dijo: Corre, habla a ese mancebo, diciendo: ¡Jerusalem será habitada como las aldeas sin muros, a causa de la muchedumbre de hombres, y de bestias que habrá en medio de ella: