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Génesis 30:2 - Biblia Version Moderna (1929)

Entonces se encendió la ira de Jacob contra Raquel, y dijo: ¿Soy yo acaso en lugar de Dios, que te ha negado el fruto del seno?

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Biblia Reina Valera 1960

Y Jacob se enojó contra Raquel, y dijo: ¿Soy yo acaso Dios, que te impidió el fruto de tu vientre?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces Jacob se puso furioso con Raquel. —¿Acaso yo soy Dios? —le dijo—. ¡Él es el que no te ha permitido tener hijos!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Entonces Jacob se enojó con Raquel y le dijo: 'Si Dios te ha negado los hijos, ¿qué puedo hacer yo?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces se encendió la ira de Jacob contra Raquel, y dijo: ¿Acaso estoy yo en lugar de ’Elohim que te impide el fruto del vientre?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Jacob se enfadó con Raquel y le dijo: '¿Estoy yo acaso en lugar de Dios, que te ha negado el fruto del seno?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Jacob se enojaba contra Raquel, y decía: ¿Soy yo en lugar de Dios, que te impidió el fruto de tu vientre?

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Génesis 30:2
17 Tagairtí Cros  

dijo, Sarai a Abram: He aquí, Jehová me ha estorbado el tener hijos: ruégote pues te llegues a mi sierva; quizás podré tener hijos por medio de ella. Y escuchó Abram la voz de Sarai.


Porque Jehová había cerrado toda matriz de la casa de Abimelec, por motivo de Sara, mujer de Abraham.


E Isaac rogó a Jehová por su mujer, porque era estéril; y fuéle propicio Jehová, de modo que Rebeca su mujer concibió.


Y viendo Jehová que Lea era odiada, abrió su matriz; más Raquel era estéril.


Entonces airóse Jacob, y altercó con Labán; y respondió Jacob y dijo a Labán: ¿Cuál es mi transgresión, y cuál mi pecado, para que siguieses así acaloradamente en pos de mí?


Pero José les dijo: No temáis; ¿pues estoy yo acaso en lugar de Dios?


Y sucedió que como el rey de Israel leyese la carta, rasgó sus vestidos, diciendo: ¿Soy yo acaso Dios, que hace morir y que da vida, para que éste envíe a mí, a fin de que yo sane a un hombre de su lepra? Empero ruegoos tan sólo que consideréis y veáis cómo éste anda buscando pretextos contra mí.


Hace sentarse a la estéril en medio de familia, gozosa madre de hijos. ¡Aleluya!


He aquí, los hijos son una herencia de parte de Jehová, y premio suyo es el fruto del seno.


Y fué así que cuando se acercó al campamento, y vió el becerro y las danzas, se encendió la ira de Moisés en términos que arrojó de su mano las tablas, y quebrólas al pie del monte.


Mas yo os digo, que todo aquel que se aira sin causa contra su hermano, quedará expuesto al juicio; y el que dijere a su hermano ¡Imbécil! quedará expuesto al concilio; y el que le dijere: ¡Insensato! quedará expuesto al fuego del infierno.


Y mirándolos en torno suyo con indignación, entristecido a causa de la dureza de su corazón, dice al hombre: Extiende tu mano.  Y él la extendió; y la mano le fue restituída.


y exclamó con voz grande, y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu seno!


Airaos, y no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo;


pero a Ana le daba una porción doble, porque amaba a Ana; no obstante que Jehová le había negado hijos.