Mas él se tardaba; por lo cual trabaron los varones de su mano, y de la mano de su mujer, y de la mano de sus dos hijas, en la clemencia de Jehová para con él, y le sacaron, y le dejaron fuera de la ciudad.
Éxodo 15:13 - Biblia Version Moderna (1929) Conduces en tu misericordia a este pueblo que redimiste, con tu poder le conduces a la morada de tu santidad. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Condujiste en tu misericordia a este pueblo que redimiste; Lo llevaste con tu poder a tu santa morada. Biblia Nueva Traducción Viviente »Con tu amor inagotable guías al pueblo que redimiste. Con tu poder los guías a tu hogar sagrado. Biblia Católica (Latinoamericana) Guiaste con amor al pueblo que rescataste,
lo llevaste con poder a tu santa morada. La Biblia Textual 3a Edicion En tu misericordia condujiste Al pueblo° que redimiste, Lo has guiado con tu fortaleza, Hacia la morada de tu santidad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Guiaste con tu gracia al pueblo que rescataste, con poder lo has conducido a tu santa morada. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Condujiste en tu misericordia a este pueblo, al cual salvaste; lo llevaste con tu fortaleza a la habitación de tu santuario. |
Mas él se tardaba; por lo cual trabaron los varones de su mano, y de la mano de su mujer, y de la mano de sus dos hijas, en la clemencia de Jehová para con él, y le sacaron, y le dejaron fuera de la ciudad.
Entonces el rey dijo a Sadoc: Vuelve a llevar el Arca de Dios a la ciudad; si yo hallare gracia en los ojos de Jehová, él me hará volver, y me permitirá verla a ella y su Habitación.
¶Y con una columna de nube los condujiste de día, y con columna de fuego de noche, para alumbrarles en el camino que hubieron de andar.
Reprendió, pues, al mar Rojo, y éste se secó; e hízolos pasar por abismos, como por un desierto.
¡Acuérdate de tu Congregación que adquiriste de antiguo tiempo, que redimiste como la porción de tu herencia; de este Monte de Sión, donde has habitado.
y acordábanse de que Dios era su Roca, y el Dios Altísimo su Redentor.
ESCUCHA, oh Pastor de Israel, tú que conduces, como rebaño, a José! ¡resplandece, tú que habitas entre los querubines!
Caerán sobre ellos terror y pavor; por la grandeza de tu brazo quedarán silenciosos como una piedra, hasta qué pase tu pueblo, oh Jehová, hasta que pase este pueblo que tú acabas de adquirir.
Los harás entrar y los plantarás en el monte de tu herencia; lugar que preparaste para tu misma habitación, oh Jehová; Santuario, Señor, que establecieron tus manos.
¶Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre.
Por tanto, di a los hijos de Israel: Yo soy Jehová, y os sacaré de debajo de las cargas de los Egipcios, y os libertaré de la servidumbre de ellos, y os redimiré con brazo extendido y con juicios grandes.
¿No eres tú el mismo que secaste el mar, las aguas del grande abismo? ¿el que convertiste en camino las honduras del mar, para que pasaran los redimidos?
Porque así dice el Alto y el Excelso, que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en el lugar alto y santo; habito también con aquel que es de espíritu contrito y humilde; para vivificar el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los contritos.
En todas sus aflicciones él fué afligido, y el Ángel de su presencia los salvaba; en su amor y en su compasión los redimió, y los alzaba en brazos, y los llevaba todos los días de la antigüedad.
Y no dijeron: ¿Dónde está Jehová, el que nos hizo subir de la tierra de Egipto, el que nos condujo por el desierto, por una tierra de yermos y de hoyos, por una tierra de sequía y de sombra de muerte, tierra por donde nadie pasa, y donde ningún hombre habita?
Empero Dios, siendo rico en misericordia, a causa de su grande amor con que nos amó,
que por el poder de Dios sois guardados, por medio de la fe, para la salvación, que está preparada para ser revelada en el tiempo postrero.