Él le dijo: Por tus mismas palabras te juzgo, mal criado. ¿Sabías que soy muy duro, que recojo lo que no he puesto y cosecho lo que no he sembrado?
Tito 3:11 - Biblia Martin Nieto pues está pervertido y, al perseverar en su pecado, se está condenando a sí mismo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio juicio. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues personas como esas se han apartado de la verdad y sus propios pecados las condenan. Biblia Católica (Latinoamericana) sabiendo que es un descarriado y culpable que se condena a sí mismo. La Biblia Textual 3a Edicion sabiendo que el tal está pervertido y continúa pecando,° siendo condenado por su propia conducta.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 teniendo en cuenta que un individuo así ya se ha pervertido, pues peca y se condena por sí mismo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca, siendo condenado por su propio juicio. |
Él le dijo: Por tus mismas palabras te juzgo, mal criado. ¿Sabías que soy muy duro, que recojo lo que no he puesto y cosecho lo que no he sembrado?
Pero los fariseos y los doctores de la ley frustraron el plan de Dios para con ellos, no haciéndose bautizar por él.
El que cree en él no será condenado; pero el que no cree ya está condenado, porque no ha creído en el hijo único de Dios.
Entonces Pablo y Bernabé dijeron con toda libertad: 'A vosotros había que anunciar antes que a nadie la palabra de Dios; pero ya que la rechazáis y no os juzgáis dignos de la vida eterna, nos vamos a los paganos.
Nos hemos enterado de que algunos de los nuestros, sin nuestro mandato, os han inquietado y alarmado con sus palabras.
Ahora bien, sabemos que todo lo que dice la ley lo dice para los que están bajo la ley; para que toda boca enmudezca y el mundo entero se reconozca culpable ante Dios.
Recuérdales estas cosas y adviérteles en nombre de Dios que se dejen de discutir por cuestiones de palabras, pues esas discusiones no valen para nada y hacen daño a los que las escuchan.
a los que es preciso tapar la boca. Revuelven familias enteras enseñando lo que no deben, llevados por el ansia de ganancias sucias.
y dejen de prestar oídos a fábulas judaicas y a preceptos de hombres que vuelven sus espaldas a la verdad.
Porque si pecamos deliberadamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados,