Proverbios 3:5 - Biblia Martin Nieto Confía en el Señor de todo corazón y no te apoyes sobre tu propia prudencia. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Biblia Nueva Traducción Viviente Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento. Biblia Católica (Latinoamericana) Confía en el Señor con todo el corazón, y no te fíes de tu propia sabiduría. La Biblia Textual 3a Edicion Confía en YHVH con todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia inteligencia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Confía en Yahveh de todo corazón y no te apoyes en tu entendimiento. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. |
Él me puede matar; no tengo otra esperanza que defender en su presencia mi conducta.
Confía en el Señor y haz el bien, para habitar en tu tierra y vivir tranquilo;
Confía al Señor toda tu vida y fíate de él, que él sabrá lo que hace:
Descansa en el Señor, confía en él, no te irrites contra el que prospera ni contra el hombre que maneja intrigas;
Mi gloria y mi salvación están en Dios, en Dios, mi roca de defensa y mi refugio.
Para que tu confianza esté en el Señor, te hago conocer hoy tu camino.
El que confía en su propio sentido es un necio, el que obra con sabiduría ése será salvo.
Dios es mi salvador; confío en él, no temo, porque mi fuerza y mi júbilo es el Señor; él es mi salvación.
Bien sé, Señor, que el camino del hombre no está en sus manos, y que no depende del hombre que camina enderezar sus pasos.
quien quiera presumir, que presuma de esto: De tener inteligencia y conocerme, porque yo soy el Señor, que hago misericordia, derecho y justicia en la tierra. Sí, esto es lo que me agrada -dice el Señor-.
pero si la nube permanecía pocos días sobre la tienda, entonces acampaban por orden del Señor y por orden suya levantaban el campamento.
Fuesen dos días, un mes o un año, mientras la nube se posaba sobre la tienda, los israelitas seguían acampados y no se movían; pero cuando se alzaba, partían.
Vivid en armonía unos con otros. No seáis orgullosos, poneos al nivel de los humildes. No os consideréis los sabios.
a fin de que nosotros, los que antes habíamos esperado en Cristo, seamos alabanza de su gloria;