Es más preciosa que las perlas, y todos los tesoros que puedas desear no la igualan.
Más preciosa es que las piedras preciosas; Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella.
La sabiduría es más preciosa que los rubíes; nada de lo que desees puede compararse con ella.
Es más preciosa que las perlas, nada de lo que te atrae se le puede igualar.
Es más preciosa que las piedras preciosas, Nada de lo que desees puede compararse con ella.
Es más preciosa que las perlas y no hay joya que se le pueda comparar.
Es más preciosa que las piedras preciosas; y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella.
Corales y cristal no merecen mi mención, la sabiduría vale más que las perlas.
Así en el santuario te contemplo para ver tu gloria y tu poder.
Hay oro y abundancia de perlas, pero el objeto más precioso son los labios instruidos.
Una mujer perfecta, ¿quién la encontrará? Vale mucho más que las perlas.
Procuraos mi doctrina y no la plata, la ciencia más bien que el oro puro,
porque la sabiduría vale más que las perlas, y todos los objetos preciosos no la igualan.
Buena es la sabiduría, como un patrimonio, y aprovecha a los que ven el sol.
Estimo, en efecto, que los padecimientos del tiempo presente no se pueden comparar con la gloria que ha de manifestarse en nosotros.