Cuando David supo lo que había pasado, dijo: 'Yo y mi reino somos inocentes por siempre ante el Señor de la sangre de Abner, hijo de Ner.
Números 32:22 - Biblia Martin Nieto entonces, una vez sometida la tierra al Señor, podréis volver y quedaréis exonerados ante el Señor y ante Israel, y este territorio será vuestra propiedad en presencia del Señor. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y sea el país sojuzgado delante de Jehová; luego volveréis, y seréis libres de culpa para con Jehová, y para con Israel; y esta tierra será vuestra en heredad delante de Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente entonces podrán volver cuando el Señor haya conquistado la tierra. Habrán cumplido con su deber ante el Señor y ante el resto del pueblo de Israel. Y la tierra al oriente del Jordán será su propiedad de parte del Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando el país esté sometido a Yavé, volverán a su tierra, y ni Yavé ni Israel los podrán reprochar: esta tierra será de ustedes a los ojos de Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion y la tierra haya quedado subyugada ante YHVH, y os volvéis, entonces quedaréis absueltos para con YHVH y para con Israel, y esta tierra será vuestra propiedad delante de YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 entonces, cuando el país haya sido sometido ante Yahveh, podréis volveros, quedaréis libres de responsabilidad para con Yahveh y para con Israel, y tendréis esta tierra en propiedad ante Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y sea el país sojuzgado delante de Jehová; luego volveréis, y seréis libres de culpa para con Jehová, y para con Israel; y esta tierra será vuestra en heredad delante de Jehová. |
Cuando David supo lo que había pasado, dijo: 'Yo y mi reino somos inocentes por siempre ante el Señor de la sangre de Abner, hijo de Ner.
echó a las naciones delante de ellos, les repartió la tierra a suertes, estableció en sus tiendas a las tribus de Israel.
'Cuando hayáis entrado en la tierra de Canaán que os doy en propiedad, si yo infecto de lepra alguna casa de la tierra que vais a ocupar,
y si todos vuestros hombres de guerra pasan el Jordán a las órdenes del Señor hasta que hayan echado de su presencia todos sus enemigos,
hasta que el Señor haya establecido a vuestros hermanos, como lo ha hecho con vosotros, y tomen también ellos posesión de las tierras que el Señor, vuestro Dios, les da al otro lado del Jordán. Después volveréis cada uno a la heredad que os he dado'.
hasta que el Señor dé un lugar de descanso a vuestros hermanos, como os lo ha dado a vosotros, y posean también ellos la tierra que el Señor, vuestro Dios, les da. Después podéis volver a la tierra que os pertenece para poseerla y que os dio Moisés, siervo del Señor, en Transjordania'.
El Señor la entregó también, con su rey, en manos de Israel, que la pasó a filo de espada con todos los que vivían en ella sin dejar un superviviente. Y trató a su rey como había tratado al de Jericó.
Josué se apoderó de todos estos reyes y de sus territorios en una sola expedición, porque el Señor, Dios de Israel, combatía por Israel.
Josué conquistó toda la tierra, como el Señor le había dicho a Moisés, y la repartió en heredad entre las tribus de Israel. Y el país gozó de paz.
Las tribus de Rubén y de Gad y la otra media tribu de Manasés ya recibieron su parte, la que les dio Moisés en Transjordania, cuando se la distribuyó Moisés, el siervo del Señor:
Toda la comunidad israelita se reunió en Silo y establecieron allí la tienda de la reunión. El país les estaba sometido.
Si alguno sale de tu casa, él será el responsable de su sangre, y nosotros seremos inocentes; mas si alguien pone la mano sobre el que esté contigo en casa, nosotros seremos los responsables.
Ahora, puesto que el Señor, vuestro Dios, ha dado la paz a vuestros hermanos, como se lo había prometido, volveos e id a vuestras tiendas, a la tierra de vuestra heredad que os dio Moisés, siervo del Señor, en Transjordania.
Los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés dejaron a los israelitas en Silo, en la tierra de Canaán, para ir a la tierra de Galaad, la tierra de su heredad, donde ellos se habían establecido, según la orden que el Señor había dado por medio de Moisés.