En aquel entonces había gigantes en la tierra (y también después), cuando los hijos de Dios se unieron a las hijas de los hombres, y ellas les daban hijos. Éstos son los héroes de antaño, hombres famosos.
Números 13:33 - Biblia Martin Nieto Hemos visto hasta gigantes, hijos de Anac; ante ellos, nosotros parecíamos langostas, y esa impresión tenían también ellos'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente Hasta había gigantes, los descendientes de Anac. ¡Al lado de ellos nos sentíamos como saltamontes y así nos miraban ellos!». Biblia Católica (Latinoamericana) Si hasta vimos gigantes. A su lado teníamos la impresión de que éramos langostas y así nos veían ellos. La Biblia Textual 3a Edicion También vimos allí a los nefileos,° descendientes de Anac, raza de gigantes, y nos pareció que éramos como langostas ante sus ojos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 También vimos allí gigantes -los hijos de Anac, descendientes de los gigantes-, y a su lado, nosotros nos sentíamos como langostas; y esto les parecíamos nosotros a ellos'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes; y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos. |
En aquel entonces había gigantes en la tierra (y también después), cuando los hijos de Dios se unieron a las hijas de los hombres, y ellas les daban hijos. Éstos son los héroes de antaño, hombres famosos.
Mató también a un egipcio que medía dos metros y medio de alto y tenía una lanza semejante a un enjullo de tejedor; fue contra él con un palo, le quitó al egipcio la lanza y con ella lo mató.
Él se sienta sobre el globo de la tierra, cuyos habitantes le parecen saltamontes; él despliega los cielos como tenue velo y los extiende como una tienda para vivir en ella;
Subieron por el Negueb y llegaron a Hebrón, donde estaban Ajimán, Sesay y Tomay, hijos de Anac (Hebrón fue fundada siete años antes que Tanis de Egipto).
Pero el pueblo que la habita es potente, y las ciudades son fuertes y grandes; hemos visto incluso descendientes de Anac.
Entonces toda la comunidad empezó a gritar, el pueblo se pasó la noche llorando
¿Dónde vamos a ir? Nuestros hermanos nos han desanimado al decirnos: Son más numerosos y más fuertes que nosotros; las ciudades son grandes, y sus murallas llegan hasta el cielo. Hemos visto entre ellos incluso descendientes de Anac.
Antiguamente vivían allí los emitas, pueblo grande, numeroso y de alta estatura, como los anaquitas.
Og, rey de Basán, era el último sobreviviente de los refaítas: su cama era de hierro, y medía cuatro metros y medio de largo por dos de ancho, como puede verse todavía en Rabat de los amonitas)'.
Se trata de un pueblo numeroso, de estatura gigantesca, descendiente de los anaquitas, que tú ya conoces y de los cuales has oído decir: ¿Quién podrá mantenerse firme ante los hijos de Anac?
Josué se puso en marcha, exterminó a los anaquitas de la montaña, de Hebrón, de Debir, de Anab, de toda la montaña de Judá y de toda la montaña de Israel, y destruyó todas sus ciudades.
Dame, pues, esta montaña que el Señor me prometió aquel día, como tú mismo lo oíste. Allí están los anaquitas, y hay ciudades grandes y fortificadas. Si el Señor está conmigo, yo los echaré de allí, como él prometió'.
Caleb echó de allí a los tres hijos de Anac: Sesay, Ajiman y Talmay, descendientes de Anac.
Todos los israelitas, al ver a aquel hombre, huían de él y tenían mucho miedo.
Miró el filisteo, vio a David y le despreció, porque era joven, rubio y de buena presencia.