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Números 13:28 - Biblia Martin Nieto

Pero el pueblo que la habita es potente, y las ciudades son fuertes y grandes; hemos visto incluso descendientes de Anac.

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Biblia Reina Valera 1960

Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Sin embargo, el pueblo que la habita es poderoso y sus ciudades son grandes y fortificadas. ¡Hasta vimos gigantes allí, los descendientes de Anac!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero el pueblo que vive en ese país es muy poderoso. Las ciudades son muy grandes y fortificadas, hemos visto incluso a los descendientes de Enac.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero, el pueblo que habita en esa tierra es fuerte, y las ciudades están fortificadas y son muy grandes. Además, hemos visto allí a los descendientes de Anac.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero el pueblo que habita el país es fuerte; y las ciudades están fortificadas y son muy grandes. Incluso vimos allí a descendientes de Anac.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades, fortificadas y muy grandes; y también vimos allí a los hijos de Anac.

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Números 13:28
12 Tagairtí Cros  

Un gigante, descendiente de Rafá, que tenía una lanza que pesaba unos treinta kilos y ceñía una espada nueva, decía que iba a matar a David.


Hemos visto hasta gigantes, hijos de Anac; ante ellos, nosotros parecíamos langostas, y esa impresión tenían también ellos'.


¿Dónde vamos a ir? Nuestros hermanos nos han desanimado al decirnos: Son más numerosos y más fuertes que nosotros; las ciudades son grandes, y sus murallas llegan hasta el cielo. Hemos visto entre ellos incluso descendientes de Anac.


nación grande, numerosa y de alta estatura, como los anaquitas. El Señor los destruyó ante los amonitas, que los echaron y se establecieron en su lugar;


ciudades todas fortificadas con altas murallas, con puertas y barras, sin contar muchas ciudades que no tenían murallas.


No quedaron anaquitas en la tierra de los israelitas, excepto en Gaza, en Gat y en Asdod.


Dame, pues, esta montaña que el Señor me prometió aquel día, como tú mismo lo oíste. Allí están los anaquitas, y hay ciudades grandes y fortificadas. Si el Señor está conmigo, yo los echaré de allí, como él prometió'.


Caleb echó de allí a los tres hijos de Anac: Sesay, Ajiman y Talmay, descendientes de Anac.


Siguiendo las órdenes de Moisés, Hebrón fue dado a Caleb, que echó de allí a los tres hijos de Anac.