Mateo 8:28 - Biblia Martin Nieto Al llegar a la orilla opuesta, a la región de los gadarenos, fueron a su encuentro dos endemoniados que salían del cementerio, tan furiosos que nadie podía pasar por aquel camino. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Jesús llegó al otro lado del lago, a la región de los gadarenos, dos hombres que estaban poseídos por demonios salieron a su encuentro. Salían de entre las tumbas y eran tan violentos que nadie podía pasar por esa zona. Biblia Católica (Latinoamericana) Al llegar a la otra orilla, a la tierra de Gadara, dos endemoniados salieron de entre los sepulcros y vinieron a su encuentro. Eran hombres tan salvajes que nadie se atrevía a pasar por aquel camino. La Biblia Textual 3a Edicion Al llegar a la otra orilla, a la región de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, furiosos en extremo; tanto que nadie podía pasar por aquel camino. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando llegó a la otra orilla, a la región de los gadarenos, fueron a su encuentro dos endemoniados, que salían de los sepulcros. Eran tan furiosos que nadie se atrevía a pasar por aquel camino. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando Él llegó a la otra ribera, a la región de los gergesenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, fieros en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino. |
Su fama se extendió por toda Siria. Le traían todos los que se sentían mal, aquejados de diversas enfermedades y sufrimientos, endemoniados, lunáticos y paralíticos, y los curaba.
Los discípulos, asombrados, decían: '¿Quién es éste que hasta el viento y el mar le obedecen?'.
cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y llenó de poder a Jesús de Nazaret, el cual pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el demonio, porque Dios estaba con él.
Cuando el Señor, tu Dios, te haya introducido en la tierra que vas a poseer, pueblos numerosos caerán ante ti: los hititas, los guirgaseos, los amorreos, los cananeos, los fereceos, los heveos y los jebuseos, siete pueblos más poderosos y más potentes que tú.
En los días de Sangar, hijo de Anat, en los días de Yael, los caminos estaban desiertos; los que andaban por los caminos, iban por senderos tortuosos.