El vestíbulo de delante del santuario tenía diez metros de largo a lo ancho del edificio, cinco de ancho a lo largo del mismo y sesenta de alto. Su interior estaba revestido de oro puro.
Mateo 4:5 - Biblia Martin Nieto Luego el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo subió al alero del templo y Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, Biblia Nueva Traducción Viviente Después el diablo lo llevó a la santa ciudad, Jerusalén, al punto más alto del templo, Biblia Católica (Latinoamericana) Después el diablo lo llevó a la Ciudad Santa y lo puso en la parte más alta de la muralla del Templo. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el diablo lo lleva hasta la santa ciudad, lo puso en pie sobre el pináculo del templo, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso sobre el alero del templo Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el diablo lo llevó a la santa ciudad, y lo puso sobre el pináculo del templo, |
El vestíbulo de delante del santuario tenía diez metros de largo a lo ancho del edificio, cinco de ancho a lo largo del mismo y sesenta de alto. Su interior estaba revestido de oro puro.
Los jefes del pueblo se establecieron en Jerusalén. El resto del pueblo echó a suertes para que uno de cada diez viniese a habitar en Jerusalén, la ciudad santa, quedando los otros nueve en las ciudades.
En total, los levitas en la ciudad santa eran doscientos ochenta y cuatro.
Pues lleváis el nombre de la ciudad santa y os apoyáis en el Dios de Israel, cuyo nombre es el Señor todopoderoso.
Despierta, despierta, vístete de tu fuerza, Sión; ponte tus vestidos más espléndidos, Jerusalén, ciudad santa. Pues ya no volverá a entrar en ti el incircunciso ni el impuro.
Señor, movido por tu misma justicia, retira tu cólera y tu furor de Jerusalén, que es tu ciudad, tu santo monte; pues a causa de nuestros pecados y de las injusticias de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo se han hecho el escarnio de todas las gentes circundantes.
Setenta semanas están fijadas sobre tu pueblo y tu ciudad santa, para poner fin al delito y a la injusticia, para perdonar los crímenes e instaurar una justicia eterna, para que se cumplan visión y profecía y para consagrar el lugar santísimo.
y, saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de Jesús, entraron en la ciudad santa y se aparecieron a muchos.
Entonces lo llevó a Jerusalén, lo subió al alero del templo y le dijo: 'Si eres hijo de Dios, tírate de aquí abajo;
Jesús le respondió: 'No tendrías ningún poder sobre mí si no te lo hubiera dado Dios; por eso, el que me ha entregado a ti es más culpable que tú'.
pero el patio exterior del templo déjalo, no lo midas; porque ha sido entregado a los paganos, que pisotearán la ciudad santa durante cuarenta y dos meses.