Quien derrame sangre de hombre verá la suya derramada por el hombre, porque Dios ha hecho al hombre a su imagen.
Mateo 26:52 - Biblia Martin Nieto Jesús le dijo: 'Vuelve la espada a su sitio, que todos los que manejan espada a espada morirán. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán. Biblia Nueva Traducción Viviente «Guarda tu espada —le dijo Jesús—. Los que usan la espada morirán a espada. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Jesús le dijo: 'Vuelve la espada a su sitio, pues quien usa la espada perecerá por la espada. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Jesús le dice: Vuelve tu espada a su lugar, porque todos los que toman espada, a espada perecerán. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces le dice Jesús: 'Vuelve tu espada a su sitio; porque todos los que empuñan espada, a espada morirán. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán. |
Quien derrame sangre de hombre verá la suya derramada por el hombre, porque Dios ha hecho al hombre a su imagen.
Encomienda a Dios tus cuidados y él te sostendrá, no permitirá que el hombre justo caiga.
Pero yo os digo que no hagáis frente al que os ataca. Al contrario, al que te abofetee en la mejilla derecha, preséntale también la otra;
Queridos míos, no os toméis la justicia por vuestra mano; dejad que sea Dios el que castigue, como dice la Escritura: Yo haré justicia, yo daré a cada cual su merecido.
Procurad que nadie vuelva a otro mal por mal; tened siempre por meta el bien, tanto entre vosotros como para los demás.
no devolváis mal por mal ni injuria, por injuria sino todo lo contrario bendecid siempre pues para esto habéis sido llamados para ser herederos de la bendición.
Si alguno está destinado al cautiverio, irá al cautiverio; el que mata con la espada, a espada morirá. Aquí la perseverancia y la fe de los santos.
Ellos han derramado la sangre de los santos y de los profetas, y tú les has dado a beber sangre: se lo merecían.