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Marcos 3:3 - Biblia Martin Nieto

Él dijo al hombre que tenía la mano seca: 'Levántate y ponte en medio'.

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Taispeáin Interlinear Bible

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Biblia Reina Valera 1960

Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Jesús le dijo al hombre con la mano deforme: «Ven y ponte de pie frente a todos».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Jesús dijo al hombre que tenía la mano paralizada: 'Ponte de pie y colócate aquí en medio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Dice al hombre que tenía la mano seca: Ponte° en el medio.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Dice entonces al hombre que tenía la mano seca: 'Ponte aquí delante'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces dijo al hombre que tenía seca la mano: Levántate y ponte en medio.

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Marcos 3:3
12 Tagairtí Cros  

No desistirá, no desmayará hasta que implante en la tierra la justicia y sus leyes, que las islas esperan.


El rey Darío, siguiendo el consejo, firmó el documento de prohibición.


Había en ella un hombre que tenía seca una mano, y preguntaron a Jesús para acusarle: '¿Está permitido curar en sábado?'.


Y estaban acechando a ver si Jesús lo curaba en sábado, para acusarlo.


Luego les dijo: '¿Está permitido en sábado hacer el bien o el mal, salvar una vida o destruirla?'. Ellos callaban.


Él, que conocía sus pensamientos, dijo al hombre de la mano seca: 'Levántate y ponte en medio'. Él se levantó y se puso.


Debemos hacer las obras del que me envió mientras es de día. Cuando viene la noche nadie puede trabajar.


Por esto, queridos hermanos, manteneos firmes, inconmovibles, trabajando más y más en la obra del Señor, sabiendo que el Señor no dejará sin recompensa vuestro trabajo.


No nos cansemos de hacer el bien, porque a su tiempo cosecharemos, si no desfallecemos.


y la mayoría de los hermanos, alentados en el Señor por mis cadenas, se muestran más intrépidos, anunciando sin temor la palabra de Dios.


Por eso, si Cristo sufrió en su carne mortal, haceos la cuenta de que también vosotros tenéis que sufrir, el que está dispuesto a sufrir en su carne ha roto con el pecado.