Él dijo a la mujer: 'Tu fe te ha salvado; vete en paz'.
Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.
Y Jesús le dijo a la mujer: «Tu fe te ha salvado; ve en paz».
Pero de nuevo Jesús se dirigió a la mujer: 'Tu fe te ha salvado, vete en paz.
Pero Él dijo a la mujer: Ve en paz, tu fe te ha salvado.
Pero él dijo a la mujer: 'Tu fe te ha salvado; vete en paz'.
Más Él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.
Anda, come tu pan con alegría y bebe con alegre corazón tu vino, porque ya se complace Dios en tu obra.
El que no es justo sucumbirá, pero el justo por su fidelidad vivirá.
Jesús se volvió y, al verla, le dijo: 'Ánimo, hija, tu fe te ha curado'. Y la mujer quedó curada desde aquel momento.
Jesús le dijo: 'Anda, tu fe te ha curado'. Inmediatamente recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.
Él dijo a la mujer: 'Hija, tu fe te ha curado; vete en paz, libre ya de tu enfermedad'.
Y le dijo: 'Levántate, anda; tu fe te ha salvado'.
Jesús le dijo: '¡Ve! Tu fe te ha salvado'.
Al oírlo, quedó admirado y dijo a los que lo seguían: 'Os aseguro que ni en Israel he encontrado una fe como ésta'.
Mirad bien cómo escucháis; porque al que tiene se le dará más, y al que no tiene se le quitará aun lo que cree que tiene'.
porque su hija única, de unos doce años, se estaba muriendo. Mientras Jesús iba, la gente lo apretujaba.
Él le dijo: 'Hija, tu fe te ha curado; vete en paz'.
Elí le respondió: 'Vete en paz, y que el Dios de Israel te conceda lo que le has pedido'.