Lucas 7:40 - Biblia Martin Nieto Jesús manifestó: 'Simón, tengo que decirte una cosa'. Y él: 'Maestro, di'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Jesús respondió a los pensamientos del fariseo: —Simón —le dijo—, tengo algo que decirte. —Adelante, Maestro —respondió Simón. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero Jesús, tomando la palabra, le dijo: 'Simón, tengo algo que decirte. Simón contestó: 'Habla, Maestro. Y Jesús le dijo:' La Biblia Textual 3a Edicion Jesús, tomando la palabra, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Él dice: Di, Maestro. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces tomó Jesús la palabra y le dijo: 'Simón, tengo que decirte una cosa'. Y él contestó: 'Dime, Maestro'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él dijo: Di, Maestro. |
Vienen a ti en masa, mi pueblo se sienta delante de ti, escucha tus palabras; pero luego no las ponen en práctica, porque tienen en su boca la mentira y su corazón va tras la ganancia injusta.
El hijo honra a su padre, el siervo honra a su señor. Pues si yo soy padre, ¿dónde está el honor que me pertenece? Y si soy señor, ¿dónde el respeto que se me debe?, dice el Señor todopoderoso justamente a vosotros, sacerdotes, que mientras despreciáis mi nombre, todavía decís: ¿En qué hemos despreciado tu nombre?
Muchos me dirán en aquel día: ¡Señor! ¡Señor!, ¿no hemos profetizado en tu nombre, y en tu nombre hemos arrojado a los demonios y hecho muchos milagros en tu nombre?
Un hombre dintinguido le preguntó: 'Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?'.
Jesús les contestó: 'Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.
Él, que conocía sus pensamientos, dijo al hombre de la mano seca: 'Levántate y ponte en medio'. Él se levantó y se puso.
El fariseo que le había invitado, al verlo, se decía: 'Si éste fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que lo toca. ¡Una pecadora!'.
'Un prestamista tenía dos deudores; uno le debía diez veces más que el otro.
Vosotros me llamáis el maestro y el señor; y decís bien, porque lo soy.
Jesús se dio cuenta de que le querían preguntar algo, y les dijo: 'Andáis discutiendo sobre lo que acabo de decir: Un poco, y no me veréis; y otro poco, y me veréis.
Ahora conocemos que lo sabes todo y nadie necesita preguntarte; por eso creemos que has salido de Dios'.
Una noche fue a ver a Jesús y le dijo: 'Maestro, sabemos que Dios te ha enviado para enseñarnos, porque nadie puede hacer los milagros que tú haces si no está Dios con él'.