Pero Jesús permaneció callado. El sumo sacerdote le dijo: '¡Te conjuro por Dios vivo que nos digas si tú eres el mesías, el hijo de Dios!'.
Lucas 4:41 - Biblia Martin Nieto De muchos salían también los demonios, gritando: 'Tú eres el hijo de Dios'. Pero los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el mesías. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 También salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Cristo. Biblia Nueva Traducción Viviente Muchos estaban poseídos por demonios, los cuales salieron a su orden gritando: «¡Eres el Hijo de Dios!». Pero como ellos sabían que él era el Mesías, los reprendió y no los dejó hablar. Biblia Católica (Latinoamericana) También salieron demonios de varias personas; ellos gritaban: 'Tú eres el Hijo de Dios', pero él los amenazaba y no les permitía decir que él era el Mesías, porque lo sabían. La Biblia Textual 3a Edicion También salían demonios de muchos, vociferando y diciendo: ¡Tú eres el Hijo de Dios! Pero reprendiéndolos, no les permitía hablar estas cosas, porque sabían que Él era° el Mesías. Biblia Serafín de Ausejo 1975 También los demonios salían de muchos, gritando: 'Tú eres el Hijo de Dios'. Pero él les increpaba y no les permitía decirlo, porque sabían que él era el Cristo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y también salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres Cristo, el Hijo de Dios. Pero Él les reprendía y no les dejaba hablar; porque sabían que Él era el Cristo. |
Pero Jesús permaneció callado. El sumo sacerdote le dijo: '¡Te conjuro por Dios vivo que nos digas si tú eres el mesías, el hijo de Dios!'.
El tentador se acercó y le dijo: 'Si eres hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes'.
Al anochecer, le presentaron muchos endemoniados; y con su palabra echó a los espíritus y curó a todos los enfermos,
Y gritaron: '¡Déjanos en paz, hijo de Dios! ¿Has venido aquí antes de tiempo para atormentarnos?'.
Jesús le dijo: 'Mira, no se lo digas a nadie; pero anda, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para que les conste tu curación'.
Jesús curó a muchos pacientes de diversas enfermedades y lanzó muchos demonios; pero no les dejaba hablar, porque lo conocían.
Los espíritus inmundos, cuando lo veían, se postraban ante él y gritaban: '¡Tú eres el hijo de Dios!'.
Él se inclinó sobre ella, ordenó a la fiebre, y la fiebre la dejó. Ella se levantó inmediatamente y se puso a atenderle.
Éstos han sido escritos para que creáis que Jesús es el mesías, el hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre.
¿Tú crees que hay un solo Dios? Muy bien. Los demonios lo creen también, y tiemblan.