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Lucas 21:1 - Biblia Martin Nieto

Levantando la vista, vio a unos ricos que echaban sus ofrendas en las arcas del tesoro.

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Biblia Reina Valera 1960

Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Mientras Jesús estaba en el templo, observó a los ricos que depositaban sus ofrendas en la caja de las ofrendas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Jesús levantó la mirada y vio a unos ricos que depositaban sus ofrendas en el arca del tesoro del Templo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y levantando los ojos, vio a los ricos echando sus ofrendas en el arca de las ofrendas,°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Levantó luego la vista y vio que los ricos echaban sus ofrendas en el tesoro.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y levantando la vista, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas.

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Lucas 21:1
12 Tagairtí Cros  

Se apoderó de los tesoros del templo del Señor y del palacio real. Todo se lo llevó, incluso los escudos de oro que había hecho el rey Salomón.


Y los sacerdotes accedieron a no recibir dinero de la gente y a no tener que reparar los desperfectos del templo.


Sacó de allí, como había dicho el Señor, todos los tesoros del templo del Señor y del palacio real, e hizo pedazos todos los objetos de oro que Salomón, rey de Israel, había fabricado para el santuario del Señor.


Nabucodonosor se llevó para Babilonia los objetos del templo de Dios, grandes y pequeños; los tesoros del templo y los tesoros del rey y a sus jefes.


Puse al cargo de los almacenes al sacerdote Selemías, al escriba Sadoc y al levita Pedayas y, como adjunto, a Janán, hijo de Zacur y nieto de Matanías, porque eran tenidos como personas de confianza. Su misión era hacer las reparticiones entre sus hermanos.


Los sumos sacerdotes recogieron las monedas de plata y dijeron: 'No es lícito echarlas en el tesoro del templo, porque son precio de sangre'.


y que devoran los bienes de las viudas mientras aparentan hacer largas oraciones. Ellos serán juzgados muy severamente'.


Así habló junto al tesoro enseñando en el templo, y ninguno lo prendió porque su hora no había llegado todavía.


Toda la plata y el oro, todos los objetos de bronce y de hierro serán consagrados al Señor y entrarán en su tesoro'.


Después quemaron la ciudad y todo lo que había en ella, a excepción de la plata, el oro y los objetos de bronce y de hierro, que se depositaron en el tesoro de la casa del Señor.