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Lucas 1:35 - Biblia Martin Nieto

El ángel le contestó: 'El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño que nazca será santo y se le llamará Hijo de Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

El ángel le contestó: —El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por lo tanto, el bebé que nacerá será santo y será llamado Hijo de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Contestó el ángel: 'El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te hará sombra; por lo cual también lo nacido será llamado Santo, Hijo de Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

El ángel le respondió: 'El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te envolverá en su sombra; por eso, el que nacerá será santo, será llamado Hijo de Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también lo Santo que de ti nacerá, será llamado el Hijo de Dios.

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Lucas 1:35
26 Tagairtí Cros  

¿Quién puede sacar lo puro de lo impuro? Nadie.


¡cuánto menos un ser abominable y corrompido, el hombre, que bebe como agua la iniquidad!


¿Cómo, pues, puede ante Dios ser justo un hombre? ¿Cómo puro el nacido de mujer?


Proclamaré el decreto que el Señor ha pronunciado: 'Tú eres mi hijo, yo mismo te he engendrado hoy.


Reconozco mi iniquidad, tengo siempre delante mi pecado.


El nacimiento de Jesucristo fue así: María, su madre, estaba desposada con José, y, antes de que vivieran juntos, se encontró encinta por virtud del Espíritu Santo.


Estaba pensando en esto, cuando un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: 'José, hijo de David, no tengas ningún reparo en recibir en tu casa a María, tu mujer, pues el hijo que ha concebido viene del Espíritu Santo.


Y los que estaban en ella se postraron ante él, diciendo: 'Verdaderamente tú eres el hijo de Dios'.


El centurión, por su parte, y los que con él estaban custodiando a Jesús, al ver el terremoto y las cosas que ocurrían, tuvieron mucho miedo y decían: 'Verdaderamente éste era hijo de Dios'.


El tentador se acercó y le dijo: 'Si eres hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes'.


Principio del evangelio de Jesucristo, hijo de Dios.


'¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a perdernos? Sé quién eres: ¡El santo de Dios!'.


a una joven virgen, prometida de un hombre descendiente de David, llamado José. La virgen se llamaba María.


María dijo al ángel: '¿Cómo será esto, pues no tengo relaciones?'.


Mira, tu parienta Isabel ha concebido también un hijo en su ancianidad, y la que se llamaba estéril está ya de seis meses,


Yo lo he visto y doy testimonio de que éste es el hijo de Dios'.


Natanael le respondió: 'Rabí, tú eres el hijo de Dios, tú eres el rey de Israel'. Jesús le contestó:


Éstos han sido escritos para que creáis que Jesús es el mesías, el hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre.


Continuaron su camino y llegaron a un lugar donde había agua; el eunuco dijo: 'Mira, aquí hay agua; ¿qué impide que me bautice?'.


constituido Hijo de Dios en poder según el Espíritu de santificación por su resurrección de la muerte) Jesucristo, nuestro Señor,


y ya no vivo yo, pues es Cristo el que vive en mí. Mi vida presente la vivo en la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.


Nosotros también éramos de ésos cuando nos dejábamos llevar de las apetencias carnales, sujetos a los deseos de nuestros instintos y a nuestra imaginación. Éramos, por naturaleza, objeto de la ira divina, igual que los demás.


Pues no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, ya que fue probado en todo a semejanza nuestra, a excepción del pecado.