para que ofrecieran sacrificios diariamente, mañana y tarde, sobre el altar de los holocaustos e hiciesen cuanto está escrito en la ley dada por el Señor a Israel.
Levítico 9:17 - Biblia Martin Nieto Presentó también la ofrenda, de la que tomó un puñado y lo quemó sobre el altar, además del holocausto de la mañana. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Ofreció asimismo la ofrenda, y llenó de ella su mano, y la hizo quemar sobre el altar, además del holocausto de la mañana. Biblia Nueva Traducción Viviente También presentó la ofrenda de grano y quemó un puñado de la mezcla de harina en el altar, además de la ofrenda quemada habitual de la mañana. Biblia Católica (Latinoamericana) Además presentó la oblación: tomando un puñado de ella, la quemó en el altar, encima del holocausto de la mañana. La Biblia Textual 3a Edicion Presentó asimismo la ofrenda vegetal, y llenando su mano, la hizo quemar sobre el altar, además del holocausto de la mañana. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Una vez presentada la oblación, tomó un puñado de ella y lo quemó sobre el altar, además del holocausto de la mañana. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ofreció asimismo el presente, y llenó de él su mano, y lo quemó sobre el altar, además del holocausto de la mañana. |
para que ofrecieran sacrificios diariamente, mañana y tarde, sobre el altar de los holocaustos e hiciesen cuanto está escrito en la ley dada por el Señor a Israel.
También yo estoy para construir un templo al nombre del Señor, mi Dios, para consagrarlo a él, quemar incienso y aromas ante él, tener siempre ante él los panes de la proposición, ofrecer holocaustos diarios, mañana y tarde, los sábados, los novilunios y las demás fiestas del Señor, nuestro Dios; así se hará siempre en Israel.
Los hijos de Aarón lo quemarán en el altar encima del holocausto colocado sobre la leña que arde sobre el fuego. Es una ofrenda quemada, un perfume agradable al Señor.
El día octavo Moisés llamó a Aarón, y a sus hijos y a los ancianos de Israel,
Jesús les dijo: 'Os aseguro que si no coméis la carne del hijo del hombre y no bebéis su sangre no tendréis vida en vosotros.
y ya no vivo yo, pues es Cristo el que vive en mí. Mi vida presente la vivo en la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.