Dios eligió lo que el mundo tiene por necio para humillar a los sabios; lo débil, para humillar a los fuertes;
Jueces 7:13 - Biblia Martin Nieto Cuando llegó Gedeón, un hombre estaba contando un sueño a un compañero suyo. Decía: 'He tenido un sueño: veía un pan redondo de cebada que rodaba por el campamento de los madianitas. Llegó a la tienda, chocó contra ella, le dio la vuelta y la derribó en tierra'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Cuando llegó Gedeón, he aquí que un hombre estaba contando a su compañero un sueño, diciendo: He aquí yo soñé un sueño: Veía un pan de cebada que rodaba hasta el campamento de Madián, y llegó a la tienda, y la golpeó de tal manera que cayó, y la trastornó de arriba abajo, y la tienda cayó. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Gedeón se acercó sigilosamente, justo cuando un hombre le contaba un sueño a su compañero. —Tuve un sueño —decía el hombre— en el cual un pan de cebada venía rodando cuesta abajo hacia el campamento madianita; ¡entonces cuando golpeaba una carpa, la volteaba y la aplastaba! Biblia Católica (Latinoamericana) Gedeón, pues, bajó al campamento. Un hombre estaba contando un sueño a su compañero: 'Tuve un sueño: un pan de cebada saltaba por el campamento de Madián, hasta que llegó a la Tienda, chocó con ella y ésta se derrumbó'. La Biblia Textual 3a Edicion Y he aquí cuando llegó Gedeón, un hombre estaba relatando a su compañero un sueño, y decía: Mira, acabo de soñar un sueño: Veía un pan de cebada que rodaba hasta el campamento de Madián, y llegó hasta la tienda y la golpeó de tal manera que cayó. La trastornó de arriba abajo de tal modo que la tienda colapsó. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al llegar Gedeón, un hombre contaba a su compañero un sueño, diciéndole: 'He tenido un sueño: una hogaza de pan de cebada rodaba por el campamento de Madián; llegó hasta la tienda, chocó con ella y la derribó, la volvió de arriba abajo y la tienda se desplomó'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y luego que llegó Gedeón, he aquí que un hombre estaba contando un sueño a su compañero, diciendo: He aquí yo soñé un sueño; y he aquí que vi un pan de cebada que rodó hasta el campamento de Madián, y llegó hasta la tienda y la golpeó de manera que cayó, y la trastornó de arriba abajo, y la tienda quedó tendida. |
Dios eligió lo que el mundo tiene por necio para humillar a los sabios; lo débil, para humillar a los fuertes;
Los israelitas clamaron al Señor, y el Señor hizo surgir un libertador: Ehud, hijo de Guerá, benjaminita, que era zurdo. Los israelitas le encargaron que llevase el tributo a Eglón, rey de Moab.
Después de él, fue juez Sangar, hijo de Anat. Él derrotó a los filisteos, en número de seiscientos hombres, con una aguijada de bueyes. También él salvó a Israel.
Pero Yael, mujer de Jéber, tomó un clavo de la tienda y un martillo, y se acercó silenciosamente a él y le clavó en la sien el clavo, que llegó hasta la tierra. Sísara estaba profundamente dormido, agotado de cansancio, y murió.
Débora contestó: 'Iré contigo; pero el camino que vas a recorrer no será gloria tuya, porque en manos de una mujer entregará el Señor a Sísara'. Débora se puso en camino y, con Barac, se dirigió a Cades.
Gedeón respondió: 'Por favor, Señor, ¿cómo salvaré yo a Israel? Mi familia es la más humilde de Manasés, y yo soy el último en la casa de mi padre'.
Los madianitas, los amalecitas y la gente de oriente estaban desplegados en el valle, tan numerosos como langostas; sus camellos eran innumerables, como la arena que hay a orillas del mar.
Su compañero le contestó: 'Esto no es otra cosa que la espada de Gedeón, hijo de Joás, de Israel. Dios ha entregado en su mano a los madianitas y a todo el campamento'.
Zébaj y Salmuná estaban en Carcor con sus ejércitos, alrededor de quince mil hombres, todos los que habían quedado del ejército del oriente. Habían caído ciento veinte mil guerreros.