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Jueces 19:6 - Biblia Martin Nieto

Y los dos se sentaron, comieron y bebieron. Después el padre de la joven le dijo: 'Anda, quédate y pasa contento aquí una noche más'.

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Biblia Reina Valera 1960

Y se sentaron ellos dos juntos, y comieron y bebieron. Y el padre de la joven dijo al varón: Yo te ruego que quieras pasar aquí la noche, y se alegrará tu corazón.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Así que los dos hombres se sentaron a comer y beber juntos. Luego el padre de la joven le dijo: «Quédate, por favor, otra noche y diviértete».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Se sentaron, comieron y bebieron los dos. Entonces el padre de la joven dijo a su marido: '¡Quédate todavía una noche, disfruta un poco más!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Se sentaron pues y comieron los dos juntos y bebieron, y el padre de la joven dijo al hombre: Te ruego, acepta pasar aquí la noche y deja que se alegre tu corazón.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Sentáronse, pues, y comieron y bebieron los dos juntos. Luego el padre de la joven dijo al hombre: 'Consiente, por favor, en pasar aquí la noche para que se alegre tu corazón'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y se sentaron ellos dos juntos, y comieron y bebieron. Y el padre de la joven dijo al varón: Te ruego que quieras pasar aquí la noche, y se alegrará tu corazón.

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Jueces 19:6
15 Tagairtí Cros  

y había dado órdenes a sus servidores: 'Cuando Amnón esté alegre por el vino y yo os diga: ¡Golpead a Amnón!, matadlo. No temáis, porque os lo he mandado yo. Cobrad ánimo y sed valientes'.


Jezabel le dijo: '¿Eres tú realmente el rey de Israel?... Levántate, come y estáte tranquilo. Yo te daré la viña de Nabot, el yezraelita'.


El séptimo día el rey, eufórico por el vino, mandó a Mehumán, Bizzetá, Jarboná, Bigtá, Abagtá, Zetar y Carcás, los siete eunucos que le servían,


el pan que le da fuerzas, y el vino que le alegra el corazón y hace brillar su rostro más que el mismo aceite.


Luego me diré: Tienes muchos bienes almacenados para largos años; descansa, come, bebe y pásalo bien.


Andarán diciendo: 'Todo es paz y seguridad'; y entonces, de improviso, les sorprenderá la perdición, como los dolores del parto a la mujer encinta, y no podrán escapar.


Los habitantes de la tierra se alegrarán de esto y harán fiesta de tal modo que se intercambiarán regalos, porque estos dos profetas eran su tormento.


En aquel momento se produjo un gran terremoto y se derrumbó la décima parte de la ciudad, y en el cataclismo perecieron siete mil personas. Los supervivientes, llenos de terror, dieron gloria al Dios del cielo.


En medio de su alegría, dijeron: 'Que traigan a Sansón para que nos divierta'. Lo sacaron de la cárcel y se divirtieron con él. Lo habían puesto entre las columnas.


El levita se levantó para irse, pero su suegro le instó tanto a que se quedara, que se quedó allí a pasar la noche.


El levita se levantó para irse con su concubina y su criado, pero su suegro le dijo: 'Mira, ya es tarde; pasa aquí contento la noche; mañana os iréis de madrugada'.


ellos salieron al campo, vendimiaron sus viñas, pisaron la uva y organizaron una gran fiesta; entraron en el templo de su dios, comieron y bebieron y maldijeron a Abimelec.


Booz comió, bebió y se acostó muy feliz al lado del muelo de la cebada. Llegó entonces ella muy despacio, destapó sus pies y se acostó.


Cuando Abigaíl llegó a su casa, se encontró a Nabal celebrando un banquete regio. Estaba muy alegre y completamente borracho. Ella no le dijo ni una palabra hasta la mañana siguiente.