No unas mi suerte a la de los criminales, ni me hagas solidario con los asesinos,
Jueces 19:18 - Biblia Martin Nieto Él respondió: 'Venimos de Belén de Judá y vamos a la montaña de Efraín. Yo soy de allí. Fui a Belén de Judá, y ahora vuelvo a mi casa; pero nadie quiere hospedarme en su casa. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y él respondió: Pasamos de Belén de Judá a la parte más remota del monte de Efraín, de donde soy; y había ido a Belén de Judá; mas ahora voy a la casa de Jehová, y no hay quien me reciba en casa. Biblia Nueva Traducción Viviente —Regresamos de Belén, en Judá —le contestó el hombre—, y vamos hacia una zona remota de la región montañosa de Efraín, donde yo vivo. Viajé a Belén y ahora voy de regreso a mi hogar. Pero nadie nos ha invitado a su casa para pasar la noche, Biblia Católica (Latinoamericana) Este respondió: 'Venimos de Belén de Judá y vamos a los confines de la montaña de Efraín, porque yo soy de allá. Fui hasta Belén de Judá y me vuelvo a mi casa, pero nadie me ha recibido en la suya. La Biblia Textual 3a Edicion Y le contestó: Estamos de paso desde Bet-léhem de Judá hacia los confines de la serranía de Efraín. De allí soy, y voy a Bet-léhem de Judá, y ahora voy a la Casa de YHVH,° pero no hay quien me reciba en su casa. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y le respondió: 'Estamos de paso. Vamos de Belén de Judá hacia los confines de la montaña de Efraín, de donde soy. He ido a Belén y ahora vuelvo a mi casa. Pero no hay quien me ofrezca la suya. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él respondió: Pasamos de Belén de Judá a los lados del monte de Efraín, de donde yo soy; y partí hasta Belén de Judá; mas ahora voy a la casa de Jehová, y no hay quien me reciba en casa, |
No unas mi suerte a la de los criminales, ni me hagas solidario con los asesinos,
Pon rara vez tu pie en la casa de tu vecino, no sea que se canse de ti y te aborrezca.
Al que no está unido a mí se lo echa fuera, como a los sarmientos, que se los amontona, se secan y se los prende fuego para que se quemen.
Toda la comunidad israelita se reunió en Silo y establecieron allí la tienda de la reunión. El país les estaba sometido.
Y tuvieron entronizado el ídolo durante todo el tiempo que la casa de Dios estuvo en Silo.
Vio a aquel viajero en la plaza de la ciudad, y le dijo: '¿De dónde vienes y adónde vas?'.
Tenemos paja y forraje para nuestros asnos, y pan y vino para mí, para tu sierva y para el joven que acompaña a tu siervo. No nos falta nada'.
Al cuarto día se levantó de madrugada para irse; pero el padre de la joven le dijo: 'Come algo antes de irte, aunque sea un pedazo de pan'.
fueron a Betel para consultar a Dios: '¿Quién de nosotros subirá el primero a luchar contra los de Benjamín?'. El Señor respondió: 'Judá'.
Todos los años subía aquel hombre desde su ciudad a adorar y ofrecer sacrificios al Señor todopoderoso en Silo. Allí estaban los dos hijos de Elí, Jofní y Fineés, como sacerdotes del Señor.
Así hacía año tras año, cada vez que subían a la casa del Señor; Ana lloraba y no quería comer.